ROYALTY (Taelice)

Cap 8

VINTAGE MAGAZINE

¡El Principe Kim rectifica su error!

Luego de la descortesía que cometió ayer con Lady Lalisa Manoban, Kim decide pedirle disculpas públicamente, a través del prestigioso diario Times, aquí el fragmento:

Fue una confusión. Sufro un grave problema de vista y como estaba sin el monóculo en el momento en que Lady Manoban se me acercó, la confundí con una mujer de dudosa reputación, que anteriormente, estuvo en el evento tratando de proponerme cosas indecorosas. Me siento muy avergonzado de lo que dije y creo que pasará mucho tiempo antes de que me perdone a mí mismo. Lady Lalisa es una joven educada e inteligente que no merece el trato que le di y por eso pido a los demás, que no sean duros con ella por culpa de mi confusión." ―Dijo el Principe, sincero

Pero no todo queda aquí, señores, se dice que hoy en la madrugada Kim Taehyung se apersonó a la casa del editor del Times y le pidió que hoy publicara en la primera plana de su periódico, su disculpa  con Lady Lalisa, así como la explicación del porqué de sus actos.

Taehyung traspasó el portón de hierro forjado de la residencia de las Manoban, mismo que estaba abierto de par en par, seguro para su llegada.

Iba a paso apurado, así que no reparó casi, en la mansión de estilo neoclásico pintada de color mamey a la que se estaba acercando.

Lo único que le interesaba en ese momento era saber cómo seguía Lady Lalisa.

La condesa le había enviado una misiva en la mañana diciéndole que si podía asistir como él le había pedido, pero que preferiblemente en la tarde porque su hija había amanecido fatal de ánimo.

Y desde que él había leído esto, se había enloquecido de preocupación y no había dejado de caminar impaciente de un lado al otro, en su biblioteca.

No supo cómo pudo reprimir las ganas de no hacerle caso a Lady Sooyoung y de asistir de todas maneras más temprano para ver en que podía ayudar a Lady Lalisa.

No soportaba que siguiese mal por su culpa. No había podido dormir del remordimiento por el daño que le había hecho, por eso en la madrugada había sacado de la cama al periodista y editor del Times, para que hoy mismo publicara su disculpa en su diario.

Había tenido que usar esa imagen de Principe imponente que tanto odiaba para exigírselo, además le había dado una suma importante de libras a cambio del favor.

<<Bueno ningún sacrificio importaba con tal de que aquella dama recuperara su dignidad>> ―Pensó quitándose el monóculo inconscientemente, ya que iba estar al frente a ella y lo avergonzaba.

Se detuvo en seco porque se dio cuenta que era ridículo hacer esto, porque cuando le había convenido, había utilizado aquel objeto para mirarla con desdén.

Que estúpido...

¿Cómo pudo siquiera osar en dejarle la mano en el aire a aquella criatura adorable que solo quería felicitarlo?

Imbecil, imbécil.

Bueno él no había estado en sus cinco sentidos, lo habían dominado los celos. ―Se dijo, para ver si dejaba de sentirse la peor basura del mundo. Entonces siguió su camino por el suelo de gravilla que conducía a la entrada principal.

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