ROYALTY (Taelice)

Cap 39

—Lisa ábreme inmediatamente.

Cuando Lisa oyó la voz autoritaria de su tío, en el pasillo, frente a la puerta de su cuarto, volvió en sí. No sabía cuánto tiempo había estado en posición fetal sobre su cama, llorando, pero lo cierto es que sentía como si hubiese pasado una eternidad desde que Lady Bo-yeon se había ido, poniéndola al tanto cruelmente de la verdad de su vida.

—¡Lisa, vamos a llegar tarde a la iglesia! ¡A las once debemos estar allí! —dijo Kyung ho, exasperado. —¡Abre ya!

¡Cierto, su boda!, pensó Lisa sin mucho entusiasmo, mientras se levantaba y caminaba hacia el espejo para secarse los ojos. No quería ver a nadie, pero no podía dejar plantado a Taehyung, ya que había luchado mucho por tirarlo a la red y sería una estupidez abandonarlo ahora que ya lo tenía cazado. Aunque estuviese muriéndose por dentro, tenía que tragarse todo su dolor y convertirse en la nueva Princesa de Kim. Por eso aparentando tranquilidad, abrió la puerta para encontrarse con la cara del que había pensado toda la vida que era su tío, pero resultaba que no eran nada.

—¿Qué te dijo mi madre? —Fue lo primero que le preguntó él, tomándola de las mejillas. Debía estar preocupado de que la vieja le hubiese dicho la verdad, como lo hizo.

—Me insultó por robarle su novio a Jennie y por otras cosas sin importancia. —Mintió ella. —Bueno, ya la conoces. Nunca pierde la oportunidad de hacerme sentir mal.

Su cara de alivio le confirmó que él estaba al tanto de la verdad y de que la madre podría decírsela, por eso se preguntó, ¿Por qué no la había maltratado como los demás, cuando él sabía que no era su sobrina?

Otro ataque de llanto amenazó con doblarla de nuevo, pero ella se sobrepuso, pidiéndole que la esperara en el vestíbulo, llamando a las criadas y modistas para que le arreglaran la cola del vestido. Las estupideces de Yuna, su antigua y tonta carabina, quien le decía a las demás chicas que ella siempre supo que se casaría con el Principe, la distrajeron un poco. Entonces cuando volvió a maquillarse, bajó al vestíbulo donde Kyung ho la estaba esperando.

—Cariño, ¿segura estás bien? —Le preguntó él y ella tuvo ganas de hundirse en su pecho y contarle todo para oír sus palabras de consuelo, pero no tenía caso, él no era nada suyo y era mejor que saliera de la fantasía y aceptara la realidad. La realidad de que ese era el tío de Jennie y no suyo.

—Claro que estoy bien, tío. —Le respondió con algo de dificultad en la última palabra y metió su brazo en el de él para caminar.

Cuando se subieron en el carruaje y partieron, otra amenaza de lágrimas le sobrevino, pero se apuró a pensar en algo para no deshacerse allí frente a Kung ho, tratando de detenerlas con las yemas de los dedos.

—Estás preciosa. —Le dijo él, pareciendo tan nostálgico como ella. —Kim va cuidar de ti, pero nunca dejaré de visitarte para vigilar que todo esté bien. Sabes que podrás contar conmigo toda la vida ¿verdad?

Lisa asintió, aunque ya nada sería igual, porque no deseaba seguir viéndolo. De ahora en adelante haría todo lo posible por terminar sus relaciones con él y con su madre. Los evitaría porque el primero no era nada suyo y la segunda le había mentido toda su vida, además de que la había expuesto al sufrimiento del rechazo por parte de Soo-man y Bo-yeon. No les iba reclamar, ni les haría escándalo por callar, pero se alejaría de ellos. Era lo mejor.

Volvió a componerle una sonrisa a Kyung ho, fingiendo que nada pasaba y esa misma sonrisa la mantuvo en toda la ceremonia, en la iglesia St James, donde habían conocidos y curiosos, además de la madre Kim y la madrina, que la habían taladrado, cuando había entrado de la mano de Kyung ho. A su madre apenas la miró y se concentró en Taehyung, quien vestido de etiqueta se veía sumamente feliz de estarse casando con ella. Felicidad que no sería la misma si supiera que se casaba con la hija de un peón, pensar que un día la despreciase por eso, por poco la hace desmayar en el altar, pero gracias a Dios no cayó privada y pudo decir el "sí" cuando el párroco preguntó si se quería casar con Taehyung. Bien, ya era la Princesa, luego de pasar por miles de vicisitudes, pero no se sentía dichosa, más bien sentía como en la nebulosa, como si no comprendiese ya donde estaba parada. Así en ese estado, tuvo que aguantarse salir de la iglesia agarrada de la mano de su nuevo esposo, mientras todos se arremolinaban fuera a felicitarlos, quitándole el aire, porque ella solo deseaba estar sola; ella solo deseaba estar en un cuarto oscuro llorando. Le fue muy difícil no gritar pidiendo auxilio, más cuando se quedó a solas con Taehyung en el carruaje y él intentó darle un beso, que apenas sintió en sus labios fríos, porque al parecer había perdido la capacidad de sentir. Entonces cuando llegaron al palacio de Kim, a la celebración de su matrimonio, fingió ante todos que todo iba bien, que estaba dichosa, porque había conseguido al partido de la temporada, siendo ahora tan rica, cuando en su interior había una angustia que amenazaba con ponerla de rodillas. A su madre apenas la miró, yéndose a hablar con otras personas cuando ella se acercaba y con Taehyung le tocó ser cortante, cuando él intentó avances ahora que estaban debidamente casados. Entonces su tormento acabó en la noche, ya que todo acabó y su madre por enésima se le acercó, pero esta vez para avisarle que ya se iba. Lisa no respondió al abrazo que quiso darle y supo por su mirada que la había herido, pero no pudo evitar reaccionar así, ya que sentía que la odiaba. A Kyung ho tampoco le permitió que la abrazara y solo los miró destrozada mientras ambos salieron de la casa dejándola con su nueva vida de casada, ya que este último le pidió a su progenitora que se fuesen juntos en el mismo carruaje, puesto que iban para el mismo lugar.