ROYALTY (Taelice)

Cap 41

Lisa a la siguiente mañana, se paró tarde y mareada porque en la madrugada se había  levantado nerviosa, luego de tener muchas pesadillas y para controlarse había ingerido láudano. Como estaba en el cuarto de Taehyung, había escondido la botellita debajo de la almohada por temor a que las criadas dieran con eso y le contaran a su marido lo que estaba haciendo. Sería catastrófico, ahí si la obligaría a ver a ese doctor de la mente que le había sugerido antes que se casaran, pensó ella haciendo una mueca, luego se dejó ayudar por su doncella a asearse en el fino baño, con pisos baldosados con diseños florales y también dejó que la ayudar a vestirse con su número #8 de mañana, un vestido  de mangas largas y escote pronunciado, que hacía que sus pechos se vieran más grandes y llamativos. Pensó en quitárselo, luego de que la doncella le avisó que Taehyung la esperaba para desayunar, pero al final no lo hizo, porque destruiría el peinado semirecogido con risos atrás, que le había hecho la doncella, así que se fue a atender el llamado de su nuevo esposo, que esperó no se pusiera muy nervioso al verle los senos a punto de salirse.

Cuando llegó al comedor, se quedó estática viendo como el ama de llaves, se separaba un poco de Taehyung, ya que por la cara de su marido en la cabecera de la mesa de doce puestos y la cara agria de ella al verla llegar, parecía que ambos habían estado discutiendo.

—¿Ocurre algo? —Les preguntó Lisa, con peligrosa suavidad.

—No, no pasa nada, amor mío. —Respondió Taehyung tenso y Lisa le fijó que el ama de llaves hizo una mueca, por como la llamó su marido. —Ven siéntate a mi lado. Pedí que nos sirvieran tarde, ya que te vi muy cansada las veces que pasé a mirarte al cuarto.

Lisa asintió y se le acercó, no sin antes darle un beso poco recatado de buenos días, para hacerle ver a esa ama de llaves que ese hombre tenía dueña. La misma no lo soportó porque hizo una reverencia y se marchó, mientras Lisa se sentaba satisfecha, viendo a su marido vibrar por lo que acababa de hacerle.

—¿Cómo...amaneciste? —Le preguntó Taehyung, clavándole los ojos grises en los senos, para luego mirarle la boca roja de labial, que acababa de posarse sobre la suya, preguntándose ansioso sí ya su mujer volvía a desearlo.

—Estoy bien. —Respondió Lisa, mientras aparecía otra criada para agregarle un plato con tostadas, ella luego empezó a ponerle mantequilla de un tarro a las mismas y preguntó, como si hablase del tiempo. —¿Qué tienes con el ama de llaves?

—¿De qué hablas? —Soltó Taehyung, algo ceñudo.

—No soy estúpida, querido. Aquí se nota que está ocurriendo algo ¿Es tu amante y está furiosa de que yo esté aquí? —Preguntó Lisa, tratando de no salirse de sus casillas, porque no le gustaba que pudiese haber otra interesada en llenar la cama de su marido, mientras ella estaba muerta y dañada sin poder sentir nada.

—No tengo amantes, Lisa. —Respondió Taehyung, luego le cerró la muñeca con su mano. —Me parece una falta de respeto estas acusaciones cuando sabes que estoy loco por ... —Él pausó lo que iba decir por ser muy impropio y Lisa lo miró tragando saliva. Taehyung la soltó al notar que lo que vio en sus ojos fue miedo ¿Tenía miedo de acostarse con él? ¿Por qué?

—Ya, discúlpame. —Respondió Lisa recuperando el control. —Sé que no eres el tipo de hombre que tendría una esposa y una amante en la misma casa, serías más discreto.

—Prefiero tener las dos cosas, en la misma casa, con una sola mujer. —Le respondió él, recorriéndola y Lisa no pudo reaccionar más que con incomodidad por su escrutinio sexual. Ese hombre estaba que se la comía viva y ella no podía corresponder a su deseo.

—Querido esto es un poco bochornoso para mí. —Decidió ella cambiar de tema, porque tenía que empezar actuar, por lo que se había casado, para gozar de su dinero. —Pero necesito pedirte una cantidad considerable.