ROYALTY (Taelice)

Cap 44

Lisa no alcanzó a reaccionar tan rápido, después de que se vino junto a su marido, por eso él aprovechó su aturdimiento para cogerla del escritorio y cargarla entre sus brazos para subirla a la habitación de ella, lugar donde la acostó, abrazándola, luego de desnudarla y desnudarse él. Lisa no opuso resistencia a nada, solo se dejó hacer. Estaba tan conmocionada por lo que acababa de ocurrir que no tenía ganas de hablar, entonces de su mirada se escaparon varias lágrimas, porque al fin salía de esa zona gélida, pero no todo era felicidad, porque Taehyung le era infiel.

—No es cierto lo que te dije, mi amor. No tengo absolutamente nada con Eunha. —Le trató de explicar él, preocupado por su mutismo.

—¿Hace cuánto son amantes? —Preguntó Lisa, mirando a un punto indefinido de la habitación, como si él no le hubiese dicho nada.

—Ya te dije que no tengo nada con ella. Lo que te dije, te lo dije con el fin de hacer que reaccionaras, ya que la otra vez que me reclamaste lo de Jennie, en tu casa, me di cuenta que cuando te domina la ira, explotas y exteriorizas tus sentimientos.

Lisa recordó ese episodio, en el que prácticamente le había dicho que lo amaba y se dijo, que no le sorprendía que se hubiese dado cuenta de ese detalle de su personalidad, y que ahora, lo hubiese usado para regresarla de entre los muertos. Taehyung la estudiaba mucho y en eso se le parecía mucho a su madre, pensó haciendo una mueca.

—Quiero a esa mujer fuera de aquí Taehyung. No puedo siquiera mirarla luego de que me acabas de decir. —Le dijo en un susurro contenido, sin todavía mirarlo y era verdad, si le volvía a ver la cara se le iría encima llena de celos.

—Lisa...

—Tú decides: si ella no se va, me voy yo. —Le dijo ella determinante, girándose para quedar frente a él.

—Bien, se hará como tú quieres. —Le respondió Taehyung, sintiendo un puño en el corazón de solo pensar en perderla, sabiendo que su acción había sido muy inadecuada y por lo tanto ella tenía razón de pedir lo que pedía. —Pero quiero que entiendas que ella no es mi amante, tenemos un parentesco y prácticamente crecí con ella. Su familia era muy pobre, con muchos hijos y se la mandaron a mi madre para que la acogiera aquí en la finca y la pusiese a trabajar. Entonces cuando la joven tuvo edad suficiente, ella la convirtió en su dama de compañía. Eunha ha estado aquí desde siempre, pero no tengo, ni he tenido jamás, un romance con ella.

—¿Es una pariente tuya? —Esto tranquilizó un poco a Lisa.

—Sí, muy lejana. Por eso ella no me trata igual que los otros sirvientes—Explicó Kim, quien había tenido que aguantar a Eunha, queriéndole decir que no le gustaba su esposa, más que Jennie, hasta que él la había puesto en su sitio—Lo siento, cariño, siento haberte hecho sentir mal por la afirmación engañosa que te dije, pero preferí correr el riesgo antes de seguir viendo como sufrías por no poder gozar conmigo.

Lisa no contestó a lo que decía y se abrazó a sí misma. Dios, había vuelto a ser la misma mujer vibrante de antes. Había disfrutado infinitamente a su marido, porque aquella entrega había sido bestial, apoteósica, tanto que aún le ardía el cuerpo y seguía mareada de la intensidad del clímax que le había provocado. Bueno tenía lógica lo que le decía, le había mentido para hacerla reaccionar y podía perdonárselo, porque ella le había dicho peores mentiras. Pero seguía estando celosa y no estaría tranquila hasta que esa mujer se fuera de la mansión.

—¿Me perdonas, amor mío? —Le preguntó Taehyung, arrodillándose para darle un beso en el cuello, entonces ella se dio cuenta de que su erección volvía a verse. —Levántame el castigo, que te deseo como un loco y no puedo desaprovechar, que vuelves a ser la misma.