Lalisa la Jovén más bella e inalcanzable de la sociedad. Una mujer inteligente y manipuladora. lo que tiene de belleza lo tiene en arpia. Pero que pasara cuando la ruina le llega a ella y a su madre, ya no seguira rechazando a sus pretendientes. bus...
Lord Jongin llegó puntal a buscar a Lisa la tarde del día siguiente, entonces ella, con la gracia que la caracterizaba, se subió en su carruaje cerrado, tirado por dos caballos, mientras él la ayudaba a subir galante, primero a ella y luego a la tonta de Yuna, su carabina. Lisa se había ataviado con su #36 de tarde, un vestido blanco; con dobles faldas, a juego de un sombrero amarrado a la barbilla que la hacía que la hacía parecer una muñeca.
Ya cuando el vehículo se puso en marcha, la charla de Lord Jongin en que se adulaba así mismo como si fuese un Dios, aburrió terriblemente a Lisa. Él era Guapo, tenía que aceptar ella, con su cabello negro, considerable estatura, pero ver tanto amor propio en otra persona era fastidioso. Aquí ella era el centro de atención, competencia no quería. Además, él no le interesaba en absoluto, solo lo estaba usando para cristalizar sus planes de casarse con el Principe. Recordar cómo había visto de furioso a Kim luego de saber que otro la estaba cortejando, le divertía. Esperaba que esta nueva estrategia de encelarlo surgiese efecto y terminara por tirarlo en la red, pensó poniendo una sonrisa falsa, mientras oía a ese fantoche, quien la sociedad decía que estaba empobrecido y solo estaba buscando una esposa acaudalada para volver a su vida de gastos desmedidos.
¿A quién se venía arrimar él?
Si estaban en la misma situación, pobres, llenos de deudas y solo contando con la belleza para conseguir un matrimonio que los sacara de la maldita miseria.
Bueno lo dejaría soñar con que ella le haría caso y con una sonrisa mentirosa siguió su paseo con él. A eso de quince minutos llegaron al Hide Park y Lisa se preparó para el teatro, cuando subieron al bote del lago, en el que un trabajador del parque les ayudó a subir.
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Taehyung no puedo evitarlo, luego de haber estado un rato considerable fuera de la casa de Lisa la había seguido. Dios mío, estaba loco, pero no había podido ni dormir pensándola saliendo con ese otro hombre, por eso después de ver a Lisa subirse al carruaje de ese maldito adonis, se les había ido detrás y ahora estaba allí, escondido, mientras ellos jugaban en el lago de Hide Park, tirándoles granos de maíz a los patos que nadaban al lado del bote en que estaban subidos. Lisa se veía muy feliz al lado de ese tipo, haciéndolo reventar a él de celos.
Debía irse, se dijo, sino sería capaz de explotar, golpeando a ese estúpido y no quería que lo viesen.
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Lisa esa tarde regresó divertida a su casa, porque Lord Jongin le había comentado que había sentido un carruaje siguiéndolos, cuando iban hacia el parque. Ella que sabía que su plan de encelar al Principe estaba siendo efectivo luego de su ataque de celos, pero no se había esperado que Kim llegase al punto de seguirlos para ver lo que hacían. Lo tenía listo, pensaba Lisa, entonces quiso echar más sal a la herida de Taehyung y por eso se fue a la biblioteca de si tío a escribirle una carta al Principe, cancelando la cita que habían acordado para día siguiente, argumentando que tenía otro compromiso con Lord Jongin.
Era una bruja lo sabía, pero le daba igual, pensó riendo.
—Esa sonrisa significa que todo te está saliendo como esperabas ¿no?
Lisa alzó la cabeza al oír la voz de su madre que entraba a la estancia y dejó el tintero en el escritorio, para prestarle atención.
—Sí, todo está saliendo como quiero —le respondió presumida—Kim me hizo una escena de celos ayer y hoy nos siguió a Hide Park
—¿Los siguió? —Se impresionó Sooyoung, sentándose frente a ella, en la silla de visitas. —No me creo que Kim haya llegado a tales extremos.
—Ni yo, tan frío y centrado que parece y mira como se ha desestabilizado por celos.
—Ten cuidado que el juego se te salga de las manos, cariño. —Pidió Sooyoung, viéndose muy preocupada.
—¿A qué te refieres con eso?
—Yo también vi cómo se trasfiguró tu rostro cuando viste a la madrina de Kim llegar a su casa. —Explicó la dama mayor sorprendiéndola. —Te pusiste celosa, mi vida. Aunque me lo niegues, sé que ya no estás viendo a Kim como un medio para salir de la ruina, sino como hombre y es natural, siendo tan caballero y atractivo. Así que no lo lastimes porque a la larga eso también puede dañarte a ti.
Lisa respiró hondo, no gustándole que su madre la conociese tan bien.
Entonces Sooyoung le tomó la mano y dijo.
—Ya te dije que no me voy a oponer a que lo caces, pero no te burles de sus sentimientos, Lisa. Eres joven y tienes derecho a enamorarte como cualquier otro ser humano. Él está loco por ti y pueden llegar a tener una relación hermosa, cariño. Ayer en su casa vi cómo se desvivía por atenderte y halagarte. Además, te mira extasiado, como si fueses lo más hermoso del mundo. Él puede ser un excelente marido para ti.
—Claro que será un excelente marido. —Dijo Lisa, ignorando todo lo anterior que dijo su madre. —Más cuando me empiece a soltar todo el dinero que me correspondería por ser su esposa.
—Lisa...
—Basta, madre. —Pidió Lisa ya que no quería volver a tocar ese tema. —Voy a pedir a un sirviente que lleve esta carta a Kim. Cancelaré la cita que teníamos para mañana para darle más celos.
Y sonrió, poniendo más preocupada a su madre porque vio el terror en los ojos de su hija por todo lo que le había dicho.
Ella tenía miedo a enamorarse, pensó Sooyoung.
Por esa razón, siempre había jugado con todos los hombres que se le acercaban, ya que temía a que le destruyesen el corazón, como se lo había destruido el padre que ella había conocido.
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