La noche llegó y afortunadamente todas las clases ya habían terminado.
Llegué a mi dormitorio demasiado cansada, con millones de pensamientos en la cabeza que me generaban dudas, cosa que era normal por llevar en un lugar que no sabía de su existencia hasta hace dos días, aunque ahora no me sorprendía no acordarme de este lugar.
Entender algo, lo más mínimo sería más que suficiente en estos momentos.
Aclarar algo sobre quién soy yo, o incluso sobre qué es lo que me rodea, o sobre qué es lo que vi en la biblioteca, sería más que válido.
Sabiendo que a pesar de darle vueltas a la cabeza no descubriría mucho, siempre me preguntaba lo mismo una y otra vez, y sentía impotencia de no poder hacer nada y dejar que mi mente se dejara guiar por el tiempo.
Me tiré por tercera vez en este día, en la cama, otra vez mirando al techo.
Me quedé pensando en el día de hoy, no sabía quién era, no sabía bien dónde estaba, ni lo que me rodeaba.
Era una persona que no conocía absolutamente nada de aquello en lo que ahora vivía, y para rematar la situación algo iba contra mí.
Pareciera que los astros se habían alineado en mi contra.
De verdad que decir que tengo mala suerte es poco, mi suerte está en números rojos.
Si soy sincera, no tenía claro que sentir, ni que hacer, ni que pensar, es que, ¡a saber lo que pasará mañana!
Cualquier cosa era posible, todo podía pasar y yo debía estar preparada, el profesor tenía razón.
Cuanto antes supiera lo que de verdad era yo antes podría salir de aquí.
Y por fin parar de ver cosas que atentaban contra mi vida, tener encuentros demasiado poco agradables, ¿es en serio que a aquella muchacha pelinegra de ojos rojos le caía mal?
Si ha sido hoy la primera vez que he hablado con ella.
Y lo que me hacía falta era tener enemigos, como si ya de por sí yo no estuviera en peligro de muerte.
Mi muerte podría ser una sombra, y si lo era, ¿y qué?, tenía una espada afilada, ojos que daban miedo y una sonrisa que mejor callarme de eso.
Pero pensemos en positivo, podría haber sido peor, podría haber muerto.
Remontando al tema de que casi muero, no conocía el porqué de lo ocurrido en la biblioteca, ni qué era aquello que me atacó, o porque se curó tan rápido una herida.
Veía que nada tenía explicación.
Tampoco sabía si eso volvería o si me dejaría en paz.
Quería resolverlo todo en tan poco tiempo y la verdad que parecía que este no era el momento.
Vi los libros que cogí antes en mi mochila, y quería leerlos, sinceramente me daba curiosidad saber todo lo que decían, quizás con eso ya tendría algo más de conocimiento para conocer algo más de aquí.
Eso sí estaba tan cansada, que no podía mover ni un solo músculo, así que mi curiosidad se esperaría un poco.
A pesar de ese cansancio mi cabeza seguía trabajando en lo que yo no recordaba, pero
tan pronto como empecé a buscar explicaciones en lo inexplicable, mis ojos empezaron a mostrar cansancio y se cerraban sin yo quererlo.En contra de mi propia voluntad.
![](https://img.wattpad.com/cover/338598866-288-k16482.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rurnore: Ocultos
FantasyA veces una simple historia es capaz de sellar el secreto más oscuro. El caos se puede desatar con una simple palabra y se puede frenar con un derramamiento de sangre. Algo se puede perder igual de rápido que lo hacen los granos de arena de un reloj...