Tras varias semanas de investigación seguía en las mismas habiendo avanzado cero.
Me sentía algo inútil.
Estar 24 horas dedicadas a estudiar y a investigar para seguir igual.Tenía que empezar a acelerar en mis investigaciones sobre quién soy .
Un hada, una demonio, una bruja o un ángel, para luego saber el resto.
Estaba algo más cerca, sabía que la daga que tenía, potenciaba mi magia.
De momento nada raro, dentro de lo que cabe, aparecía.
Eso era un punto a mi favor, pero eso no quiere decir que yo no deba conocer mejor aquello que desaparecía y que me acechaba.Los relojes marcaban en ese momento las doce y tres minutos.
Últimamente no podía dormir siempre me acaba despertando, ya que no aguantaba mucho tiempo dormida, y no sabía el porqué, quizás se deba a que mi cabeza trabaja hasta cuando yo no me doy cuenta para saber algo más, que locura.Ya se me podría venir algo de inspiración divina.
Esta era otra noche en la que me encontraba sola en mi dormitorio, tumbada en la cama, con la daga y mirando hacia arriba.
Pensando en miles de cosas que rondaban en mi cabeza.Un impulso me invadió, y me dirigí a mi armario, cogí lo primero que pillé de él y me cambié.
Cogí una pequeña mochila de cuero marrón donde guardé el grimorio, mi libreta y un boli.
La daga iba en mi mano.Tenía dos opciones o investigaba el interior de la academia o los exteriores.
Esta vez creo que lo más llamativo era investigar el interior de la academia, siempre salíamos a los exteriores, y quería conocer todos esos lugares escondidos, que no había visitado mucha gente.Sabía que estos lugares eran conocidos por la banda de demonios, pero quería intentar conocerlos yo sola.
En cuanto me fui de mi cuarto, me dirigí por el lado que casi nunca iba, y empecé a ir por lugares que no recordaba haber visitado, o haber pasado por ahí, me iba asomando por las ventanas de las puertas que las tenían para ver qué había en los interiores de esas habitaciones, viendo si eran aulas o no.
En una de estas veces vi una habitación con gente en su interior, se encontraban bastantes personas y estas estaban dispersas por el aula.
Empecé a ver caras que nunca había visto, todos de ojos rojos, por lo que supuse que eran demonios.
En una de estas miradas hacia caras desconocidas varias de ellas me resultaban conocidas.
Silas estaba ahí y a su lado Ace.
Me fijé que ambos iris eran rojos como los del resto.
Mi mirada se cruzó con la de Ace por varios segundos y la aparté muy rápido no quería que ellos supieran que yo estaba despierta.Seguí mi camino.
Una hora después aproximadamente aún no había encontrado un aula, que aparentaba ser donde hacía pociones.
Entré ya que estaba abierta y miré sigilosamente y con gran velocidad, supuse que si estaba abierta alguien tendría que entrar.Ojeé algunos libros y libretas, sin encontrar muchas cosas, pociones que ahora mismo no me serían útiles.
Pero una de las veces que ojeé en una de ellas vi algo que si me resultaría útil.
"Poción reveladora"Leí algo de lo que ponían en la hoja.
"Algo se oculta para tí, revélalo"
Eso fue lo que ponía en la hoja.
Con mucha velocidad en mis manos escribí en mi libreta lo que ponía en la hoja, ingredientes, anotaciones extras, todo, incluyendo el libro del que lo había anotado.
Lo coloqué en su sitio y escuché al momento un ruido tras de mí.
Haciendo que yo me agachara detrás de un mueble que contenía montones de frascos de pociones.
Algunos de estos eran de colores pero que permitían aún observar lo que había detrás.
Otros no permitían esto, por su antigüedad notable.
Había dos personas hablando, donde uno de ellos aumentaba el tono por segundo, haciendo que la otra bajara su cabeza, como si estuviera aceptando aquello que le decía la otra persona.
Tampoco se veía mucho, pero no había duda de que no era una discusión, más bien era una persona regañando a otra.
Pero por lo que podía ver eran de una altura parecida.Se escuchaba la conversación perfectamente, pero me centré demasiado en intentar ver sus rostros por lo que sus palabras me llegaban sin sentido.
No veía mucho y daba igual lo que yo me esforzara en verles, no valía la pena.
Por lo que decidí intentar salir por otra puerta.Miré lo que había tras mis espaldas, todo estaba lleno de otras muchas estanterías, y de miles de cosas más.
Estaría bastante tiempo intentando decir todo lo que había.Fui agachada hasta lo que parecía ser una habitación de esa aula.
Cerré la puerta con cuidado.
Estaba completamente a oscuras, no veía nada.Tenía varias opciones, esperar a que ellos se fueran y salir o abrir un poco la puerta.
Así entró luz y pude ver.
Preferí la segunda opción.
Tenía curiosidad por saber que hay en la habitación.
Lo más seguro que sean libros, pociones, y poco más, pero quería verlo.Como estaba justo con mi mano en el pomo de la puerta aún, no me hizo falta buscar la puerta.
Con el mismo cuidado que tuve cuando la cerré, abrí un poco la puerta.
Para que entrara luz y ver.Estuve un rato mirando detenidamente la habitación y no había nada del otro mundo, bueno sí lo había pero a mi no me interesaba en estos momentos.
Los gritos se seguían escuchando.
-TIENES QUE TRAERME ESO
No se callaba, la persona que gritaba parecía ser un hombre, debido a que su voz era más grave.
Me asomé levemente, pero no se veía nada así que volví a mirar dentro.
Prácticamente segundos más tarde de eso una corriente de aire vino y cerró la puerta de un golpe.
-Mierda- susurré a la vez que ponía con mi cara una mueca.
Respiré profundamente una vez.
Miré con mucha dificultad toda la habitación otra vez para encontrar algún lugar por si ellos se acercaban, no quería que me vieran.
Pienso que no es lo mejor.No veía casi nada.
Al momento vi una una linterna y unas cerillas, por lo que la encendí y ví un muro que sobresalía, pero que no se notaba mucho, así que me metí ahí detrás.
Después la apagué, quedándome con las cerillas.Ahora mismo estaba algo nerviosa, pero no iba a perder la calma por esto.
Noté como la puerta se abrió por completo y que alguien entró.
Yo no vi nada, ya que estaba por detrás de aquel muro que nada me dejaba ver, sólo lo que había justo delante de mí, es decir, estanterías con libros y pociones.Escuchaba pasos de un lado hacia otro, por lo que deduje que quien fuera estaba asegurándose de que nadie hubiera escuchado nada de su conversación.
Yo no había escuchado nada de esta, pero ellos no sabían eso, simplemente verían a una alumna que estuvo ahí y que pudo haber escuchado.
Al rato yo seguía ahí, y no me iba a mover, pero escuché como los pasos se alejaban, seguido del ruido de la puerta cerrándose.
Me esperé dos minutos más o menos y encendí la linterna con las cerillas.
Salí de aquel hueco del muro.
No iba a salir por la puerta, eso era de tontos, podrían estar ahí fuera aún, o no.
Yo eso no lo sabía.
Pero tampoco quería saberlo.Di vueltas por aquel cuarto sin sentido alguno.
Estaba un poco cansada, pero quería esperar un poco más, seguía habiendo ruido afuera.
Miré la estantería que había al lado del muro y vi un frasco con un ojo, prefiero no preguntar.
Me giré al hueco del muro, y vi una espada en la pared.
Tenía enredaderas que la cubrían.Quité algunas y dejé de tocarla, más tarde un resplandor se hizo presencia.
Y me cegué durante un tiempo corto.
![](https://img.wattpad.com/cover/338598866-288-k16482.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rurnore: Ocultos
FantasyA veces una simple historia es capaz de sellar el secreto más oscuro. El caos se puede desatar con una simple palabra y se puede frenar con un derramamiento de sangre. Algo se puede perder igual de rápido que lo hacen los granos de arena de un reloj...