Capítulo 19: Disculpas.

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— Se supone que debías descansar— Charlotte lo regañó mientras lo ayudaba a recostarse en su cama, luego de minutos atrás encontrarlo en el patio con Alicia y obligarlo a volver a su habitación.

— Lo siento— Leo se disculpó, con su mano derecha sobre su frente, la jaqueca que experimentaba era horrible— ¿Podrías? — Apuntó en dirección a la ventana.

— Claro— La chica comprendió y cerró las cortinas.

El castaño sintió un ligero alivio cuando la habitación se oscureció.

— Gracias.

— No hay de qué, ahora descansa un poco. Debes recuperarte bien si quieres volver a tus funciones, don terquedad.

— Sí, sí— Cubrió su cabeza con la almohada.

— ¿Seguro qué estarás bien? — La chica estaba preocupada. La jaqueca del chico parecía ser terrible.

— Si, solo necesito dormir un poco— Murmuró.

Charlotte asintió, no le quedaba de otra que creerle por ahora.

— En unas horas te traeré algo para comer, descansa.

— Charlotte— Le llamó antes de que ella se fuera.

— ¿Sí? ¿Necesitas algo más?

— Por favor avísame cuando llegué Juxta, necesito charlar con él.

La rubia hizo una mueca. No le parecía la mejor opción, Leonardo debía descansar, y si ellos dos estaban peleados una conversación no ayudaría.

— Está bien, yo te aviso. Ahora descansa— Terminó por ceder y salió de la habitación.

Leo se permitió relajarse, tanto como su dolor de cabeza lo consintió.


Juxta y Ryan terminaron por llegar al campamento, el pelinegro estacionó la camioneta en el lugar designado para los vehículos, para luego descender. El rubio hizo lo mismo con el auto.

— Debo ponerme al día con los sucesos que han ocurrido en mi ausencia— Le dijo a este último. Había algo en su interior que le decía que se quedara un poco más con Ryan, pero su lado responsable estaba aplastando aquel deseo.

— ¿No deberías comer primero?

— Más tarde, ve tú.

— Está bien— Ryan había decidido no presionarlo por ahora, el tema de la comida parecía una cuestión delicada para el chico— Aunque, eso no te libera de la conversación que aún me debes.

Juxta ladeó la cabeza al no entender a qué conversación se refería.

— Anoche, antes de que los truenos comenzaran.

"Yo... quiero decirte mi secreto" Recordó sus propias palabras. Maldición, que imprudente había sido al dar esa declaración, no estaba pensando con claridad, aún era muy pronto en su relación para revelar algo así ¿Qué haría ahora?

— Yo...

— Hey, tranquilo, no dije que debe ser ahora— Él tomó su mano— Cuando estés listo— Le sonrió.

El pelinegro asintió. Ryan era comprensivo, eso le gustaba de él. También era una característica de su personalidad muy conveniente.

— Voy a retomar mis obligaciones.

— Suerte con eso— Ryan se despidió depositando un beso en su mejilla— Nos vemos luego, chico misterioso.

Juxta sonrió un poco, aún le seguía sonando extraño aquel apodo.

Conectados [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora