Leonardo se recargó contra una de las paredes de los pasillos, aturdido, hace unos minutos acababa de vomitar todo el desayuno que había ingerido, llevaba días sin poder comer algo decente sin expulsarlo de forma casi inmediata luego.
Había dejado los antibióticos, pensando que eran demasiado fuertes para él y que eran la causa directa de su condición. Además, su enfermedad ya debería estar curada para entonces. Pero su situación no había hecho más que empeorar esos días, cada vez peor que el día anterior.
No era normal seguir enfermo de esa forma. Tampoco era normal que pudiera seguir en pie siquiera, no sin comer en días. Debería experimentar los primeros síntomas de la desnutrición, pero fuera de la sensación de hambre constante y los mareos habituales, nada más se presentaba. Por alguna razón aún seguía ahí, de pie, funcional y vivo.
¿Qué le estaba ocurriendo?
Pudo percibir un aroma dulce, proveniente del final de pasillo. La sensación de estar hambriento se había acentuado estos últimos días. Tentado por el olor, se incorporó para seguirlo y encontrar su origen.
Terminó llegando al salón que era usado por Charlotte para dar sus clases, la chica estaba ahí, concentrada en escribir algo en su libreta, de seguro planificando las siguientes materias que impartiría para los niños.
Leonardo no tardó en notar que el aroma dulce que había notado provenía de ella, se acercó lentamente...
La rubia se sobresaltó cuando una mano se apoyó en su escritorio, levantó la mirada encontrándose con el chico de cabellos castaños.
— Oh Leo, casi me das un infarto— Le regañó.
— No fue mi intención— Él se disculpó— ¿Lista para aprender?
— ¿Aún sigues con eso de ser tu reemplazo? — La chica soltó un bufido— Bien, deja terminar unos apuntes e iré contigo.
— No te arrepentirás.
Leo mantuvo su mano derecha detrás de su espalda, mientras enterraba sus uñas con fuerza en la palma de esta. En un gesto para mantener el control.
Charlotte llevaba un rato notando el extraño comportamiento del chico, ya casi no lo veía en los horarios de comida, parecía mantener un semblante afligido la mayor parte del tiempo y ya no socializaba como antes. Es como si quisiera aislarse a propósito de los demás. O tal vez no y estaba exagerando, dado que Leo pasaba una buena cantidad de tiempo con ella al día, aunque probablemente se debía a que quería "entrenarla", pensó la chica.
También existe la posibilidad de que el comportamiento del chico se debiera a la "ruptura" que habría tenido con Juxta, era casi sabido por todos en la comunidad que ellos dos habían mantenido una relación extraña, en la que el chico había terminado desarrollando sentimientos por él, sentimientos que no habían sido correspondidos. Y ahora el de cabellos oscuros se encontraba saliendo con su hermano.
Al enterarse de esto, sintió felicidad por su hermano y a su vez no pudo evitar sentir algo de pena por Leonardo, le habían roto el corazón y aplastado sus esperanzas, aunque, por otro lado, también había sentido algo de molestia con Juxta ante esto. Para Charlotte, Leonardo era un buen partido, un hombre amable que buscaba lo mejor para el campamento, protegiendo a sus seres queridos, muchas veces sacrificándose por ellos. Juxta no sabía de lo que se perdía al rechazarle. No lo había sabido valorar.
— Bien, si en algún momento el campamento llega a estar comprometido, estas son las posibles vías de escapes más seguras— La voz del chico la sacó de sus pensamientos.
Leo dejó sobre la mesa una especie de planos de la escuela, llena de anotaciones y marcas.
— Wou, se ve que han pensado en todo.
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Conectados [BL]
RomanceEl mundo ha sido destruido, monstruos voraces acechan en cada rincón, pero no todo está perdido, aún quedan personas dispuestas a luchar y sobrevivir. La vida de Ryan cambia drásticamente un día de tormenta, de frente a la muerte con apenas un par d...