— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! Esto no puede ser posible, tú, yo, no nos vemos como uno— Leonardo estaba evidentemente alterado.
Juxta sabía lo difícil que sería para él aceptarlo finalmente.
— No somos ese tipo de Acechador, somos diferentes...
— ¿Cómo un Acechador Diurno?
— No, es más complicado que eso, y a la vez menos— Le estaba costando encontrar las palabras adecuadas— Solo somos... diferentes. Conservamos nuestra humanidad, esa es la parte más importante.
— Pero ¿Cómo? ¿Cómo sucedió esto? No comprendo.
— Te explicaré todo, lo prometo, solo dame unos minutos.
Juxta se levantó y le dedicó una mirada a Ryan, para que ambos salieran del galpón y pudieran hablar a gusto.
— ¿Y bien? — El rubio preguntó.
— No creo que sea peligroso, solo está confundido y asustado, aun así, dejaré las cadenas unas horas más por precaución.
— Entiendo.
— Necesito pedirte algo.
— Claro, adelante.
— Necesito que vuelvas al campamento— Murmuró el pelinegro— Nosotros estaremos bien, pero no debemos levantar sospechas en los demás. Crea una excusa, que Leo y yo salimos a cazar, que somos amigos ahora, que nos reconciliamos.
— No eso no, no te dejaré a solas con él, dices que no es peligroso, pero él mismo confesó que estuvo a punto de atacar a Charlotte.
El rubio estaba tratando de ser comprensivo ante la situación, pero lo que Juxta le pedía, no le parecía en lo absoluto.
— Ryan por favor, es importante. Hazlo por mí, yo tendré todo bajo control, lo prometo.
Ryan no estaba muy contento con aquello, no quería dejar a Juxta, confía en él, pero no podía evitar preocuparse por si algo le ocurría.
— Yo... Está bien— Le costó decir eso último, fue casi doloroso para él— Iré al campamento y diré la excusa para que nadie sospeche, pero una vez hecho eso, volveré por ti ¿Entendido?
— Completamente— El pelinegro asintió— Solo asegúrate que tu salida tampoco levante desconfianza, sobre todo con Charlotte. Ella puede ser un detonante para Leo y viceversa.
— Lo intentaré.
Finalmente, Ryan se fue, volviendo al campamento, mientras Juxta volvía a entrar en el galpón para seguir su charla con Leonardo. El chico estaba impaciente por respuestas e incómodo por las cadenas.
— Bien, será mejor que comience desde el principio...
Juxta jamás imaginó que contaría esa vieja historia más de dos veces y en menos de una semana.
Posteriormente, Ryan llegó al campamento, lo suficientemente temprano para no levantar sospechas, nadie sabía que habían salido, dado que esa noche la guardia le correspondía a él y a Juxta, había sido una coincidencia muy favorecedora para ambos. Subió al puesto de vigilancia, esperando a que amaneciera y lo relevaran, luego tendría que excusarse con Charlotte y Alicia, quienes seguro preguntarían por el paradero de Leonardo y Juxta. Estaba seguro de que su hermana sería la que daría mayores problemas.
Al amanecer un grupo de tres chicos le sustituyeron, William, Ben y Julie, o al menos así recordaba que se llamaban, realmente no era muy bueno con los nombres. Eran relativamente nuevos en esto de hacer la guardia, dado que apenas tenían trece años y se estaban incorporando a este tipo de tareas recientemente, pero desde que Steve y Adam habían sido atacados por el Acechador diurno, la seguridad se había vuelto algo esencial, y mucho de los niños debieron comenzar a ser parte activa de la comunidad. Hasta hace un tiempo atrás, los trabajos más pesados recaían en los mayores de quince años.
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Conectados [BL]
RomansEl mundo ha sido destruido, monstruos voraces acechan en cada rincón, pero no todo está perdido, aún quedan personas dispuestas a luchar y sobrevivir. La vida de Ryan cambia drásticamente un día de tormenta, de frente a la muerte con apenas un par d...