Capítulo 45: Alfas

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Juxta lo sabía, sabía que Leo asistiría a la reunión cometiendo el error de ser atrapado. Las cadenas se agitaron cuando Arthur entró a la habitación y el cuerpo de Leonardo fue arrojado sin delicadeza a sus pies. El chico estaba esposado, y sus piernas inmovilizadas con cadenas y diversos candados.

— ¡Hijo de puta! — El castaño exclamó por la brutalidad.

— Cumplí mi palabra ¿O no? — Este sonrió, no era un secreto que estaba disfrutando aporrear un poco a su ex líder— Te traje con Juxta.

Leonardo solo gruñó.

— ¿Te encuentras bien? — El pelinegro preguntó preocupado.

— Estoy bien— Él contestó— ¿Cómo estás tú? ¿No te han hecho daño?

Juxta negó ante esto último.

— Estoy bien— Confirmó— Leo ¿Dónde está Ryan? — El chico preguntó, esta vez más ansioso. Podía sentir su olor cerca, eso significaba que también lo habían capturado.

— ¿Ryan? — Arthur estaba confundido ¿Se refería al humano?

— Ellos lo tienen— Leo murmuró culpable— Me estaba apoyando desde lejos cuando lo golpearon, pero tranquilo, aún respira.

— Arthur— El pelinegro se volvió hacia él— Por favor, que no lo lastimen, por favor— Suplicó, sus cadenas tintinearon— Si le sucede algo yo...

El otro chico parpadeó, era la primera vez que veía al impasible Juxta suplicar ¿Qué tan importante era aquel humano para él?

Entonces todas las piezas encajaron en su mente, como si de un rompecabezas se tratara.

— Esperen ¿Ustedes no están juntos?

— ¿Tú qué crees imbécil? — Leonardo gruñó.

— Oh...

Su espionaje había estado incompleto, había visto a ese otro tipo con Juxta, pero el pelinegro parecía pasar más tiempo con Leonardo... Vaya error, ya no estaban juntos y Juxta tenía una relación sentimental con aquella persona, Ryan, un ser humano común y corriente. Maldición...

— Jux, lo lamento— Arthur murmuró. Parecía sentirse extrañamente culpable por alguna razón.

— ¿Qué harán con él? — El pelinegro preguntó.

El tono del chico no le había gustado para nada.

— Los nuevos por lo general son ofrecidos en el ritual.

Las cadenas que retenían a Juxta se agitaron violentamente, no, Ryan no, no podían devorarlo, tenía que impedirlo, idear una forma de salir y salvarlo.

— Tranquilo, vere que puedo hacer— Arthur prometió. Esto no estaba dentro de sus planes— Solo mantengan la calma, y no hagan enojar a Andrew— Volvió a advertir, antes de salir de la habitación con algo de prisa.

Juxta quedó ahí, ansioso y preocupado, cerró sus ojos y trató de buscar a Ryan, quería poder escucharlo, sentirlo y percibir su aroma, saber que él estaba bien era su prioridad.

Pudo oír su respiración, era más lenta de lo normal, como si estuviera dormido o inconsciente aun, pero estaba dentro del rango aceptable, su olor se mezclaba con el de los demás humanos presentes, seguramente se encontraba cautivo junto a ellos. Escuchó con atención los latidos de su corazón, se encontraba bien, era lo importante.

Le costó volver a la realidad después de eso, dejarse llevar por los sentidos muchas veces se presentaba como un viaje de una sola ida, por lo que utilizaba esta habilidad solo para situaciones específicas, como a la hora de cazar y rastrear, cuando el hambre era más fuerte que la inmersión misma.

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⏰ Última actualización: Feb 06 ⏰

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