Capítulo 35: Escarbando en el pasado.

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Juxta observó a Leo irse a su habitación, luego de volver al campamento, realmente no quería mantenerlo vigilado veinticuatro horas al día, pero no le quedaba de otra que ser precavido al respecto.

— Deberías ir a descansar, hoy fue un día largo— Ryan dijo a su lado, apartando un mechón rebelde de cabello de su rostro.

— Tenemos guardia nocturna hoy.

— Sí, pero no has dormido nada. Yo me encargo de cubrirte.

— Tú tampoco has dormido nada, Ryan— El pelinegro contrarresto.

— Tome una pequeña siesta en la camioneta mientras ustedes "hacían sus cosas", estaré bien— Él se encogió de hombros.

— Te acompañaré de todas formas— Juxta soltó decidido— Además no digas "hacían sus cosas" es cazar.

Ryan sonrió ante su terquedad.

— Esta bien, pero si te quedas dormido dibujare algo en tu rostro con un marcador, precioso.

— A veces eres realmente infantil— El chico parpadeó ante esa declaración.

— ¿Y eso te molesta?

— No, es una de las cosas que me gustan de ti— Sonrió suave.

Charlotte vio llegar al trío al campamento por la tarde, más no sé acercó a ninguno de ellos para saludar, tenía cosas más importantes en su mente, que preguntarles donde habían estado todo el día. Se dirigió al comedor, donde Alicia estaba por cerrar la cocina.

— Me debes una historia— La chica de cabellos rubios expresó apenas llegar.

La pelinegra soltó un suspiró al oírla.

— Claro, no me he olvidado— Alicia se sentó en una de las mesas del comedor luego de terminar de guardar todo y la invitó a sentarse con ella.

Encendieron una pequeña lámpara de aceite para no quedarse a oscuras cuando el sol se ocultó por completo en el horizonte.

— Bien ¿Por dónde quieres que comience?

— Desde el principio, dime cómo era todo en ese entonces— Charlotte pidió.

Alicia comenzó a recordar la época en la que el campamento recién comenzaba a formarse, y lo diferente que eran las cosas en ese entonces.

— Bien, al principio éramos seis chicos, cuando yo llegué al grupo este ya estaba conformado por Juxta, Leonardo, un chico llamado Arthur y Steve— Alicia relató— Fue más o menos en la época que encontramos esta escuela y nos refugiamos en ella.

— Dijiste seis, y nombraste cuatro, contándote a ti, falta...

— La sexta era mi hermana gemela, Emma. Ella murió hace cinco años— La chica de cabellos negros susurró.

— Lo siento, yo no...— Charlotte trató de disculparse por tocar un tema tan delicado para la chica.

— No te preocupes, fue hace mucho y era tan solo una niña, el tiempo me ha ayudado a superarlo.

— Puedo preguntar ¿De qué falleció?

— Un Acechador. En una incursión por suministros, liderada por Leonardo.

En su habitación. El chico de cabellos castaños se dejó caer de espaldas a su cama, mientras miraba fijamente el techo en un acto sin significado aparente.

Todo estaba revuelto en su cabeza en ese momento, sus emociones, sus pensamientos, todo era un revoltijo. Había despedazado un conejo vivo con sus propios dientes ese día, y por la madrugada había estado encadenado a una viga por ser considerado peligroso... todo por Juxta, el chico al cual había amado por tanto tiempo y en quien confiaba ciegamente, para luego ser rechazado y caer en una situación de la cual no tenía escape. Una condición que lo atrapaba en medio de ser un Acechador y aún conservar su humanidad.

Conectados [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora