Capítulo 33: Consejos.

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Charlotte estaba molesta, un hecho que era evidente para todos en la cocina, por como la chica hacía sus tareas de forma brusca y sin cuidado alguno.

— Pensé que estarías dando clases— Alicia comentó al verla tallar con fuerza una sartén— Y talla más despacio, que le terminaras quitando todo el teflón, quedará inservible.

— Perdón— La chica dejó la sartén de lado al darse cuenta, alejándose del fregadero, a lo que un chico llamado Frank continuó con la labor— Y hoy no daré clases, tres de mis estudiantes están haciendo guardia, sería injusto que avanzara y los dejara rezagados. Leo y yo aún no establecemos bien los horarios de estos cambios.

— Complicado, ahora que Steve está lastimado y Adam no se despega de su lado— Alicia comentó— Ellos eran los encargados de las guardias en su mayoría.

— No se les puede culpar, por lo que les ocurrió merecen unos días libres. Además, puede ser que sea el tiempo necesario para que "den el paso".

— Así que tú también lo has notado— La chica de cabellos negros sonrió cómplice.

— Son muy evidentes— Charlotte rio.

— Sí lo son. Espero que todo salga bien para ellos y que Steve se recupere pronto— Alicia apoyó.

— Opino lo mismo.

— Bien, ahora que estás más relajada ¿Me dirás qué es lo que te molesta? — Cambió el tema.

— ¿A mí? Nada— La rubia mintió descaradamente— Todo está bien.

— Aja, Charlotte no sé si te has dado cuenta, pero tengo vasta experiencia con personas tercas y que tienden a desviar la conversación, así que, una vez expuesto ese punto y que sabes que no me tragaré un "Todo está bien", soy toda oídos.

— Bien— La chica de cabellos rubios suspiró— Estoy molesta por un comentario que Ryan me dijo y tal vez algo celosa de que Leonardo y Juxta hayan salido a solas a cazar hoy— Confesó haciendo una mueca.

— Vaya...— Alicia parpadeó ante esa declaración, esto era importante— Bien, ven aquí— La invitó a sentarse a su lado para charlar a gusto.

Esto requeriría de todas sus habilidades de consejo y entendimiento juntas.

En otra parte.

— ¿A dónde me llevan?

Leonardo observó por la ventana, aquel no era el camino para volver al campamento.

— Iremos de casería— Juxta comentó con simpleza— No has comido nada en días. El simple hecho de por sí es peligroso, y sería negligente de mi parte llevarte de vuelta al campamento, sabiendo lo que sé de nuestro apetito.

— Comprendo— Leonardo se recostó contra el asiento trasero de la camioneta, se estaba comportando lo más dócil que podía ante la situación, había muchas preguntas que aún rondaban por su mente sobre su nueva condición, y solo le quedaba confiar ciegamente en Juxta, esperando que algún día estas interrogantes fueran respondidas.

— Aquí— El pelinegro tocó el hombro del rubio para que se detuvieran y orillara el vehículo a un lado del camino.

Ryan había vuelto con ellos luego de ir al campamento para no levantar sospechas, Leo sabía que la presencia del chico era un extra, para vigilarlo y así mantenerlo bajo control. Era muy protector con su novio. Respetaba eso.

Juxta y Leonardo bajaron de la camioneta, Ryan estaba a punto de hacerlo cuando el chico lo detuvo.

— Será mejor que te quedes aquí— Jux murmuró, impidiendo que bajará— Créeme esto no será algo que quieras ver.

Conectados [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora