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La tormenta que amenazaba con caer intensamente se disipó unos pocos minutos después de que Levi llegase a casa

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La tormenta que amenazaba con caer intensamente se disipó unos pocos minutos después de que Levi llegase a casa. ____ se sorprendió al ver que las enormes nubes grises detuvieron su torrencial lluvia, aunque permanecieron juntas en el cielo bloqueando la luz del sol y dándole un aspecto decaído al día.

Sentada en una de las sillas del jardín trasero, ____ aguardaba mirando la enorme nube gris formada por cientos de otras nubes que se movían lentamente siguiendo la dirección del viento. Acomodo sobre sus hombros la cobija amarilla que había traído de su cuarto y utilizó para cubrirse de las ráfagas de aire. A pesar de que el clima no inspirase un día de campo o hiciera surgir el deseo de salir de casa, ella decidió respirar aire fresco en lugar de asfixiarse entre cuatro paredes. El frío de la casa resultaba más helado que el frío del día.

—¿Por qué tarda tanto? —cuestionó mirando la puerta que conectaba a la casa mientras agitaba las piernas impaciente

Miró la hora en el teléfono descubriendo que llevaba esperando al menos cuarenta minutos sentada en la silla metálica con los talones sobre el borde del asiento para poder juntar las rodillas cerca de su pecho.

Después de que Levi llegara en el estado que lo hizo, le pidió platicar, pero antes poder tomar un baño ya que no soportaba sentir la suciedad del pavimento y los rastros de sangre seca alrededor de los raspones en sus codos y rodillas. ____ accedió confundida, aguardando en la sala veinte minutos, sin embargo, al notar que el tiempo pasaba y él no bajaba decidió salir al jardín.

Finalmente, luego de tanta espera, escuchó el sonido de la puerta corriéndose y posteriormente cerrándose. Volteó queriendo comprobar que se trataba de Levi e inmediatamente retomó su postura viendo absurdo pensar que podría tratarse de alguien más.

Levi llegó a su lado a los pocos segundos vistiendo ropa limpia, una pijama simple conformada por una playera blanca, una sudadera negra y un pantalón gris. ____ notó la venda que envolvía su mano izquierda y, aunque no las viera, aseguraba que tendría otro par en sus codos y rodillas. La vieja herida en su frente solo requería un apósito.

____ hizo el intento de preguntarle cómo estaba, sin embargo, decidió detenerse antes de hacerlo. Sabía la respuesta que le daría. Seguramente diría que todo estaba bien.

—No pensé que estarías en el patio. Te busqué en la recámara y luego en la sala —dijo Levi rompiendo el silencio que habían dominado las hojas del árbol al sacudirse—. ¿Estarás bien aquí? El clima es bastante frío y tu asma...

—No te preocupes por mí —le interrumpió ____—. Estoy bien. Además, prefiero respirar aire fresco aquí afuera que permanecer enclaustrada dentro de tu casa

—¿Mi casa? —repitió Levi desplomándose en la silla, formando una mueca de dolor al olvidar las heridas—. ¿Eso te parece una verdadera casa?

____ notó que señaló con desdén la enorme construcción de dos pisos con fachada blanca y acabados perfectos. Internamente se preguntó si sería buen momento para decirle lo que pensaba, luego recapacitó y supo que no existía un tiempo adecuado para decir la verdad... Solo existía el tiempo de decirla.

𝐘𝐨𝐮 𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐘𝐨𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora