Oficinas centrales del conglomerado Ackerman, 7:30 a.m.
—Este edificio es enorme —señaló Farlan observando el edificio desde afuera. Calculaba que tendría veinte pisos o más—. Será difícil encontrar a ese mimado
Decidido a cumplir la misión que se propuso, caminó con seguridad al interior del recinto siguiendo la corriente de personas que ingresaban en el mismo sitio, las cuales lo volteaban a ver con cierto desdén debido a la forma en que vestía, poco acorde al lugar donde se encontraba. Farlan simplemente utilizaba una chamarra de cuero beige con pantalones de mezclilla y botas color caqui, debió imaginar que lo poco refinado de su vestimenta sería un foco de atención en medio de tipos con traje y portafolio. Pese a la presión que sentía en un entorno tan pesado, sostuvo la mirada de aquellos que lo miraban asombrados, pero en cuanto se daban cuenta de que él los observaba fríamente desviaban la mirada y continuaban su camino.
Farlan jamás permitió que alguien lo mirase desde arriba con desprecio.
Consiguió llegar a la recepción donde un hombre le indicó con un gesto de mano que aguardará un segundo mientras concluía la llamada telefónica, cuando finalmente puso atención analizó a Farlan con la mirada categorizándolo a partir de su apariencia.
—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo? —preguntó rutinariamente
—Buenos días —respondió imitando el tono monótono—. Quisiera saber si el CEO Ackerman se encuentra
El recepcionista lo miró con recelo.
—No. Y si no tiene cita con él, aunque se encontrará no lo atendería
—Bueno, ¿Dónde tramitó la cita?
Hubo un breve silencio en que las miradas de ambos se encontraron, Farlan pudo percibir la superioridad que creía tener ese tipo sobre él.
—Lamentablemente, el CEO es un hombre bastante ocupado, dudó que pueda atenderlo a usted de forma directa, pero si me dice que es lo que requiere yo personalmente se lo comunicaré
Farlan sonrió ladinamente.
—Ya te lo dije, lo que requiero es hablar con él —reafirmó, dejándole claro que no cedería
—Bueno, yo también ya le comuniqué que el CEO no lo va a atender —dijo cortante, borrando cualquier intento de amabilidad—. Si insiste me veré en la penosa necesidad de pedirle que se retire o de lo contrario tendré que llamar a seguridad
—¿Pedirme? —repitió con ironía—. ¿O amenazarme?
El recepcionista no respondió, sin embargo en su forma de actuar comunicaba la verdadera respuesta. En su mano izquierda sostenía la radio que lo comunicaba con la seguridad del edificio, reforzando así su clara amenaza.
Farlan no dudó.
—Mira, si tiene que venir seguridad, que venga. No me voy a ir hasta conseguir que ese tipo hable conmigo
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𝐘𝐨𝐮 𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐘𝐨𝐮
FanfictionTras varios años vuelven a encontrarse. Ya no son unos niños. Ya no existen aquellos sueños infantiles, solo dos adultos llenos de resentimiento y decepción que viven vidas totalmente distintas. Apartir de ahora todo serán... ¿Buenas decisiones? ¿Ma...