Capítulo 36

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El dolor se expande por toda mi cabeza tan punzante y adormecedor que me obliga a no moverme por unos segundos. Mis ojos pesan, y solo después de un gran esfuerzo estos logran abrirse lentamente y acostumbrarse al ambiente. Un minuto después, puedo darme cuenta de donde me encuentro.

El lugar parece un inmenso almacén y no tardo en notar que me encuentro sentado y amarrado a una incómoda silla de hierro. El almacén es extremadamente alto y ancho, tiene múltiples ventanas que dan una buena iluminación y me permite ver al resto de mis compañeros que están en las mismas circunstancias que yo.

Alejandro y su equipo se encuentran atados a una columna que sostiene la estructura, y a unos metros de ellos yace el Capitán Price también en una silla pero con la diferencia de que tiene los ojos vendados. Todos parecen inconscientes pero a medida que pasan los minutos puedo ver como empiezan a despertar lentamente. Soap es uno de los primeros, él se encuentra a mi costado izquierdo y puedo ver como está observando todo al igual que yo. Después de él le sigue König, Price, Rudy y Alejandro. Por algún motivo, el resto del pelotón no parece poder despertar. Este almacén se encuentra vacio, no hay personas armadas por ningún lado y lo único que se interpone a la salida es el inmenso portón que se encuentra cerrado.

—¿Capitán? —lo llama MacTavish y él levanta la cabeza con rapidez al escuchar su voz.

—¿Soap? —pregunta con la voz ligeramente entrecortada—, ¿Puedes verme?, ¿Dónde estamos?, ¿Dónde están los demás?

—Estamos en un almacén, Capitán. —le respondo lo más pronto posible para que no se altere—, todo el equipo se encuentra aquí pero la mayoría está inconsciente.

—Mierda. —murmura—. No recuerdo muy bien que sucedió, solo sé que ellos ya sabían que estábamos aquí. Me dejaron matar a unos cuantos de los suyos y luego me capturaron.

—A nosotros nos interceptaron dentro del edificio. —explica de repente Rodolfo, quien parece estar de espalda a todos y hace lo posible por observarnos.

Esta situación es jodida, sobre todo porque nos quitaron todas las armas y no veo manera de soltarnos de estas malditas cuerdas. Todos mis compañeros se ven cansados y abatidos, así como también puedo notar el miedo y la derrota chispeando en sus miradas. No podemos contactar con el apoyo aéreo, tampoco con Laswell o Anonimus. Ahora solo somos nosotros contra cientos de hombres armados y parece ser, ninguna otra alternativa.

El fuerte sonido de un auto capta la atención de todos y nos mantenemos a la espera cuando el inmenso portón empieza a abrirse para dar paso a una brillante camioneta blindada. El sonido se hace más fuerte debido al eco del lugar y cuando el motor se apaga, casi pego un grito de agradecimiento al cielo.

—Pero miren a quienes tenemos aquí.

Todos mantenemos la vista en el auto cuando una extraña voz masculina resuena por el lugar y solo después de que él se baja del auto es que podemos notar que estamos delante del mismísimo Jhonny Valerys.

El cabron nos observa con aires de grandeza mientras camina en dirección a nosotros. A sus espaldas lo sigue Hannah y de reojo puedo ver como Soap se remueve con rabia al verla; su rencor hacia ella no ha disminuido sino que se ha intensificado. Ambos se miran entre si antes de que Valerys suelte un fuerte silbido y por el portón ya abierto entren dos hombres jalando a Maikol.

El horror y el miedo que siento me sacuden con fuerza, quiero gritar por darme cuenta que no era un mal sueño y que efectivamente mi niño se encuentra atrapado por todos estos demonios.

Maikol es traído hasta el lado de Jhonny para luego ser sentado en una silla vacía que no había visto. No puedo evitar removerme en la silla al verlo llorar y jadear completamente asustado. Sus ojitos parecen notar que me encuentro aquí y una pizca de alegría se instala en mi pecho cuando me mira lleno de ilusión. Se ve sorprendido pero el miedo con el que entró ya no es tan notorio al verme. Es obvio que Maikol confía en mí, así como también es obvio que debe estar pensando que lo voy a sacar de toda esta situación.

En nombre de Dios, si es que existe, espero que así sea.

Jhonny se posiciona delante de mi hijo y se inclina en su dirección viendolo fijamente a los ojos. Maikol le mantiene la mirada a pesar del miedo que lo abunda y siento que voy a explotar de ira cuando una de sus asquerosas manos rozan la mejilla de mi niño. Jhonny lo observa, parece entre sorprendido y divertido por todo lo que está sucediendo y puedo ver el momento justo en el que cualquier rastro de diversión desaparece de su rostro.

—Pero mira cuanto has crecido. —exclama con algo indescifrable en su voz—, y pensar que creí que este bastardo era mi hijo.

Maikol empieza a sollozar y sus ojitos me miran, casi suplicándome que lo saque de toda esta situación. Mi cuerpo se remueve entre las cuerdas y la desesperación de no poder hacer nada por él es demasiado para mí.

—¡No te atrevas a tocarlo de nuevo! —grito eufórico.

El tal Valerys fija ahora toda su atención en mi y su postura se vuelve rígida y firme. Su cuerpo se aleja de Maikol para empezar a andar en mi dirección y debo alzar la vista cuando no quedan más que dos pasos para que nuestros zapatos se toquen. Ambos nos miramos con resentimiento y mucho odio; nadie dice nada mientras pasan largos minutos de miradas intensas y la atmósfera a nuestro alrededor se vuelve espesa, como si el lugar pudiera predecir que algo malo va a suceder.

Quiero matar a este maldito por todo lo que ha hecho sufrir a (T/n)_______ y a Maikol. Quiero torturarlo hasta que su cuerpo quede hecho pedazos y su patética voz solo me pida misericordia. Quiero que grite y ruegue hasta que se le revienten las cuerdas vocales. Quiero que se arrodille ante las dos personas que más quiero y les pida perdón.

Quiero acabar con este hijo de puta.

—Con que tú eres el famoso Ghost. —su voz perfora mi mente y es tan irritable que quiero arrancarle la lengua—. Deberíamos quitarte esto.

Cuando veo sus intenciones de quitarme la máscara lanzo mi cabeza hacia adelante con fuerza y con ella logro golpearle el estómago. No fue tan fuerte como quería pero eso logra que él se aleje unos cuantos pasos. Sonrío con burla cuando veo su expresión de sorpresa pero mi sonrisa se desvanece cuando Hannah ubica un cuchillo en el cuello de Maikol.

—Si vuelves a golpear a mi esposo, tú mocoso morirá.

Gruño furioso como un animal y veo como Jhonny le hace una seña a ella para que se aleje del pequeño. Ella lo obedece y luego los ojos del tipo están nuevamente en mi.

—Veo que no quieres dejar el anonimato pero no hay problema. —me habla divertido mientras saca una extraña hoja de su bolsillo y la despliega con lentitud—, no necesitamos ver tu rostro para revelar la verdad.

Él alza el papel hasta la altura de sus ojos de forma dramática y la macabra sonrisa que me brinda hace que una extraña sensación me recorra el cuerpo. No sé que es lo que planea este tipo pero toda la situación me está poniendo incómodo. Jhonny carraspea forzosamente y luego empieza a hablar de nuevo.

—A continuación, voy a leernos este documento de suma importancia que nos brindará la verdad que se nos fue oculta por mucho tiempo. —anuncia burlón, retrasando a propósito la lectura—, dice así:

"El resultado de la prueba de ADN muestra que el niño Maikol Valerys coincide en un porcentaje de probabilidad del 99.9% para ser hijo del Teniente Simon "Ghost" Riley, confirmando así que es hijo biológico del soldado anteriormente nombrado."

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Entre balas [Ghost x Tu] (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora