Capítulo 17

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—No sabemos todavía como pudo entrar a la base pero ya hemos organizado a nuestros soldados para que empiecen un patrullaje preventivo. —la fuerte voz de Price se alza en la sala mientras le habla a muchos soldados de altos rangos.

—Eso que ha sucedido no tiene explicación alguna. —un viejo Coronel habla desde su asiento—, la única manera de que alguien de afuera haya entrado es que alguien de nuestra base lo haya permitido.

—¿Entonces está insinuando que tenemos un infiltrado en esta base? —otro Coronel responde las palabras del viejo.

—Eso es ridículo, ¿De quién tendríamos un infiltrado?, ¿De Rusia?

Un cumulo de voces empiezan a retumbar por todo el lugar. Los altos mandos no parecen llegar a ningún acuerdo y todos han empezado a discutir sin llegar a nada en concreto. Price, quien esta en el centro de la pequeña tarima que tiene la sala, me hace una seña y se aparta para permitirme el micrófono y dejarme hablar.

—Silencio, por favor.

Todos bajan el tono de voz hasta que no queda más que un agudo silencio incómodo.

—Hace tiempo logramos descubrir que son tres lideres los que dirigen la organización criminal que tanto estamos buscando. —exclamo con seriedad—. En el atentado de ayer contra la civil y el menor, el hombre mencionó que "ellos" lo habían enviado para matar.

—Si no lo hubieras asesinado tal vez ahora mismo estuviera en un interrogatorio. —un hombre habla y ni siquiera me molesto en ver quien es.

—Le recuerdo que la vida de los civiles es más importante.

—Esas son estupideces, si hubieran matado al mocoso más bien le hubieran hecho un favor a la mamá. —él comentario hace que muchos hombres rían pero a diferencia de ellos, la rabia se ha instalado en mi sistema.

—Cierre la maldita boca si no quiere que le haga un favor al mundo y lo mate a usted. —bramo con furia haciendo que todos guarden silencio y me miren con sorpresa.

Me he salido de mis cabales pero simplemente no puedo evitarlo y no me importa. El hecho de que insinuara que era mejor si hubieran matado a Maikol fue suficiente para detonar mi rabia.

—Como les iba diciendo. —sigo hablando sin importarme que tengan ellos para decir—, tenemos la sospecha de que ese hombre fue enviado por ellos y que tenemos una persona infiltrada que trabaja y recolecta información para ellos. Tenemos que estar alerta y si es necesario, examinar a cada uno de nuestros soldados hasta dar con el infiltrado.

[...]

El lugar esta en silencio y solo lo ilumina una pequeña lámpara, el frío cala en mi piel pero no es nada que no pueda soportar. Maikol está recostado en el sofá donde me encuentro sentado y tiene su cabeza apoyada en una de mis piernas, sobre él esta mi chaqueta y se encuentra en un sueño profundo. Me dedico a observarlo por unos minutos. Su brillante cabello rubio parece más largo que la última vez que lo ví y sus mejillas levemente sonrojadas hacen destacar la cantidad inmensa de pecas que tiene. Sin poder evitarlo, una de mis manos se dirige a su cabello y empiezo a brindarle leves caricias haciendo que él se remueva un poco pero siga durmiendo.

Ayer cuando me llamaron para avisarme que Maikol estaba en peligro sentí que algo dentro de mi se llenaba de miedo. Fue una sensación extraña y nueva, algo que no creí llegar a sentir. Nunca le he tenido miedo a la muerte, soy consciente que como soldado puedo morir en cualquier momento y eso nunca me ha afectado, pero ayer...

Ayer sentí miedo.

Miedo de que algo le pasara a este niño.

Cuando entré al tejado y logré verlo con ayuda del francotirador, supe que tenía que matar a ese hijo de puta por atreverse a tocarle un solo cabello. Iba a hacerlo, iba a matarlo y Maikol tendría que disculparme por hacerle vivir esa mala experiencia... Pero entonces ella apareció.

Tan decidida como solo una madre puede estarlo para salvar a su hijo; ella prefería morir con tal de que él estuviera a salvo y yo no podía creerlo. Aún sin muletas logró llegar hasta él y cuando ese viejo la tomó en brazos, otra sensación me inundó. Era algo extraño, otra clase de instinto de protección. Este no se parecía al de Maikol, era diferente y demoledor. Cuando él se atrevió a ponerle las manos encima, supe que ya era hora de matarlo.

Recibí muchas quejas y regaños de Price, pues lo mejor era haberlo dejado vivo para poder interrogarlo. En el fondo sé que es así, que era lo mejor pero cuando ella me miró desde abajo, cuando parecía tan aliviada al verme, supe que había hecho lo correcto.

Todo lo que rodea a (T/n)_______ es extraño, la tensión que parecemos compartir y lo que suponemos que oculta. A veces la miro y no puedo evitar desconfiar de ella. Quisiera tomarla de los hombros y obligarla a contarme todo lo que parece estar escondiendo. Otras veces simplemente veo como ama a Mikol con locura, como parece tan indefensa pero al mismo tiempo se ve como alguien que es capaz de patearte el trasero. Todo lo que ella embarca me confunde y me molesta no poder procesarlo.

Maikol se remueve y me saca de mis pensamientos. Justo en ese momento Hannah, la enfermera que parece estar siguiendo el caso de (T/n)_______, sale de la puerta que da a la sala de cirugía y camina hacia nosotros. Yo acomodo al pequeño en el sofá y me pongo de pie.

—La señorita Valerys ha salido de cirugía, por suerte para ella la fijación externa solo reventó unos cuantos vasos pero no afectó el hueso. Su desmayo fue debido a la perdida de sangre y el cumulo de estrés, así que no hay nada de que preocuparse. —ella explica todo con profesionalismo y yo solo asiento—. La estamos pasando a la que será su habitación por estos días mientras vemos como se recupera. No creemos que dure aquí más de tres días pues la fijación externa ya fue retirada y solo debemos estar al tanto de como su cuerpo se recupera.

—Entiendo, entonces vendremos mañana para visitarla. —digo y cuando voy a darme la vuelta, ella me detiene.

—Teniente, teniendo en cuenta que la madre esta dormida en este momento, me gustaría pedirle permiso a usted para ver si puedo hacerle un chequeo al niño. —ella me señala a Maikol, quien por las voces ya se está despertando—. Cuando recién llegó no tuvimos la oportunidad de hacerle un chequeo completo, creo que ya va siendo hora de hacerlo.

Yo miro a Maikol y por algún motivo creo estar viendolo más palido que de costumbre. No se si será por lo que ella me dice o porque ya estoy paranoico.

No pienso que sea una mala idea hacerle un chequeo, sobre todo porque ya pasó un mes desde la última vez que pisó este lugar. Yo asiento en dirección a Hannah para después tomar a Maikol en brazos, quien sigue adormilado y solo se recuesta en mi hombro para seguir durmiendo.

—Aprovechando el chequeo, le tomaré una muestra de sangre para mantenerla junto a la de los otros civiles. —me avisa mientras caminamos por los largos pasillos de la instalación.

—¿No la habían tomado cuando llegó? —pregunto.

—Hace poco me di cuenta que al niño no le habían sacado sangre, teníamos a una novata a su cuidado y parece haberlo olvidado. —cuando menciona a la novata, soy consciente de como su voz toma un tono de fastidio.

Cuando llegamos a la habitación donde le van a hacer el chequeo, ella me permite el paso y me indica donde debo dejar a Maikol. Cuando todo parece organizado y el niño ya está despierto, ella empieza con el proceso para el chequeo mientras yo no puedo dejar de pensar en (T/n)_______.


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Entre balas [Ghost x Tu] (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora