Capítulo 16

4.7K 551 41
                                    

•☠️•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•☠️•

Ya pasó un mes desde que llegamos a la base. Octubre nos recibe con su clima frío y el ambiente en la base parece más alegre. Sé que muchos soldados añoran estás fechas pues a muchos les permiten vacaciones, otros esperan hasta Diciembre pero sigue siendo emocionante porque ya no falta nada para ese mes.

Mucha gente del pueblo también están demasiado felices pues podrán irse.

Tengo entendido que esto solo aplica para aquellos que tomaron la decisión o tienen la oportunidad de irse a vivir con algún familiar cercano. Puedo ver a muchas personas con pequeños bolsos y ayer ví que había gente haciendo fila para usar los teléfonos fijos que tiene la base. Por seguridad, a ninguno se nos permite tener un móvil propio, aunque la mayoría perdió sus celulares en la explosión. Me gustaría decir que mi niño y yo también vamos a irnos pero por desgracia no cuento con ningún familiar.

—¿Mami, nosostros también nos iremos? —la voz de mi hijo hace que aparte la vista de los civiles que están siendo formados para subirlos a un camión y sacarlos de aquí—. Si nos vamos, ¿Podemos decirle al Señor Oso, a Soap y al señor Ghost que vengan con nosotros?

—Hijo, sabes que ellos no pueden irse de aquí. —le recuerdo y lo abrazo pues sus ojitos se ven tristes—, pero por suerte para ti, todavía no es nuestro momento de irnos.

Cuando le digo eso se separa de mi y me mira con emoción y alegría. El corazón se me encoge y una agradable sensación se instala en él al ver a mi hijo tan feliz. Es obvio que Maikol está encariñado con ellos, es un niño que solo piensa en no dejar a sus nuevos amigos y no puedo evitar sentirme igual de alegre al saber que a pesar de todo lo malo que sucedió antes de llegar aquí, mi hijo se encuentra feliz y sin preocupaciones.

—Eres la mejor mami, te amo muchísimo. —sus palabras me remueven el alma y tengo ganas de llorar—. Mi amor por ti es tan grande como el señor Oso. —me explica mientras levanta su mano sobre su cabeza lo más que puede, mostrandome lo grande que es.

Sin que se lo espere, lo abrazo con fuerza y empiezo a hacerle cosquillas. Su risa se escucha por todo el patio de los civiles y soy consciente de que mucha gente nos está viendo. Él se retuerce en mis brazos y cuando veo que parece que va a llorar de la risa, me detengo. Ambos reímos por la situación y mi pequeño me brinda otra de sus adorables sonrisas haciendo que me acerque a él y le de un pequeño beso en la frente.

—Yo también te amo hijo, igual de grande que el Señor Oso. —le correspondo y él ríe.

—Hola, hola.

Ambos giramos para ver a Soap caminando hacia nosotros, está uniformado y parece un poco nervioso cuando llega hasta nosotros. Yo me pongo de pie y él me pasa un brazo por el hombro para alejarme un poco de Maikol, quien se encuentra entretenido con los soldados que están entrenando al otro lado de la reja que separa la zona de los civiles con lo que creo que es, un campo de entrenamiento.

Entre balas [Ghost x Tu] (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora