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En algún lugar...
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—¡Nos están rastreando, señor!
Diablo gruñe con fuerza y sin importarle nada arranca los cables de las computadoras, ocasionando un sonido de corto. Sus hombres se miran con sorpresa y se mantienen en silencio a la espera de cualquier cosa. Muchos de ellos se ven asustados pues no lograron ayudar en nada y pueden terminar muertos.
—¿Quién mierda está intentando entrar en nuestras redes? —grita el hombre con frustración—. ¿Fue el mismo imbécil que ayudó a Price a escapar?
—Creemos que si, señor. —le responde uno de sus hombres después de varios segundos de silencio—, íbamos a intentar rastrearlo pero logró esconderse.
—Señor, el intruso está hackeando nuestras cámaras. —comunica otro hombre que se encuentra alejado y en otra mesa, la cual no fue afectada por el arrebato de ira.
Diablo enfoca su ojo en mi con molestia y yo me mantengo firme en mi lugar pues debo hacer todo lo posible por no temblar del miedo y que me vea aterrorizada. Él se acerca a paso lento, es obvio que no hice correctamente mi trabajo, aunque sé que todavía tenemos una oportunidad para acabar con ellos eso no es suficiente para él. Su inmenso cuerpo parece cubrirme y alzo la vista para mirarlo ya que no voy a permitir que me vea vulnerable.
—Espero que sepas quién es este intruso Hannah, y espero que vayas pensando en un buen plan para solucionar tu malparida cagada.
Trago con fuerza y me mantengo firme. No hablo y prácticamente no respiro ya que cualquier respuesta que le dé será la detonante de mi muerte. Él me sigue observando y luego se aleja para arrancar los cables de la última computadora que estaba encendida. No sabemos quien está haciendo todo esto, solo podemos deducir que es aliado de Price y Laswell, ya que si se dedicó a ayudarlos y ahora parece intentar robar nuestra información, es obvio que lo hace porque somos sus enemigos y quiere ayudarlos a ellos.
Yo no contaba con que este hacker los iba a salvar. El plan estaba saliendo a la perfección, todo el lugar iba a explotar y nadie iba a sobrevivir. Mi sorpresa fue demoledora cuando otro infiltrado de la base informó que todos habían llegado con vida. Incluso el extraño novio de Alejandro Vargas había sobrevivido a mis disparos. El problema vino cuando Diablo se enteró de todo, y lo único que me mantuvo con vida fue la sociedad que tenía con mi esposo. Tener su protección y ser su mujer es lo único que me mantiene viva en este momento.
Es por eso que en la próxima misión no puedo permitirme fallar o no estaré aquí para contarlo.
Diablo solo te da una oportunidad.
—Todos aquí son una bola de malparidos. —la rabia de él se nota más cuando parece liberarla en español—. Llamalo, él es mi última alternativa.
Uno de los hombres se pone de pie con rapidez y sale de la sala casi a tropezones. Yo me mantengo en mi lugar, por curiosidad y porque me asusta preguntar si me puedo retirar. Nadie dice nada en los largos minutos que pasan, el silencio es incómodo y el ambiente está lleno de tensión.
—Price ha sido un dolor de culo desde hace tiempo, cuando descubra que estoy detrás de esto, hará hasta lo imposible por dar conmigo. —él habla sin mirar a nadie en específico y su rostro serio obtiene una sonrisa macabra que me hace estremecer.
La puerta se abre y a paso lento entra el hombre de Diablo junto con otro invitado. Es grande y alto, no tan musculoso pero tiene la contextura de un soldado. Va de ropas oscuras y un grueso chaleco negro lo envuelve junto a varias correas que inician en sus hombros y bajan a sus piernas, para mí sorpresa, tiene un pasamontañas con una calavera pintada en él.
Es el Teniente Ghost.
Él entra a paso lento mientras nos observa a todos con superioridad. Todos nos vemos sorprendidos por su presencia aquí y cuando acorta la distancia con Diablo, se saludan con un fuerte apretón de manos. Ambos se dirigen a un pequeño escritorio que hay en la sala y toman asiento, ignorandonos a todos.
—Retirense.
Todos se ponen de pie y salen de la sala sin medir palabra alguna. Yo me encamino detrás de ellos y no puedo avitar estar sorprendida de que Diablo vaya a trabajar con él a escondidas de sus otros socios. Es un movimiento arriesgado, cosa que me deja en claro lo desesperado que está por acabar con su enemigo principal.
El Capitán Jhon Price.
—Bienvenido, Keegan.
Jadeo con sorpresa al darme cuenta que ese hombre no era el Teniente y que Diablo se encuentra trabajando con alguien completamente desconocido para todos los demás. El tal Keegan parece darse cuenta que no me he retirado y cuando sus ojos caen en los míos, salgo con brusquedad de la sala y pego un brinco del susto cuando alguien me llama.
—Hannah.
En el pasillo fuera de la habitación, la alta figura de Jhonny Valerys es iluminada por las blancas luces. Su cabello rubio perfectamente peinado brilla con suavidad y se ve apuesto con su elegante traje. Me arreglo rápido el cabello y el sonríe mientras se acerca a mi al verme actuar como una adolescente. No puedo avitar devolverle una sonrisa y un escalofrío me recorre cuando sus labios besan el dorso de mi mano como si yo fuera una princesa. Puedo ver un brillante anillo en su dedo anular y la sonrisa de mi rostro se hace mucho más grande cuando recuerdo que yo tengo el anillo de matrimonio que va a juego con ese.
Jhonny Valerys es mi jefe y mi esposo.
—Me alegro de saber que estás bien, cariño.
—Yo también. —le digo risueña—. Recuerda que ninguno debe morir, nos queda una vida por delante.
El rie y asiente. Nos casamos mucho antes de que todo esto empezara. Siempre he conocido la historia de (T/n)_______ y Jhonny. Él nunca la amó, solo la utilizó para ganar reconocimiento y cuando ella terminó embarazada, él solo pudo pensar en cuanto quería deshacerse de ella. Me hace feliz que siempre me diga que lo salvé de su rutina y cuando me propuso acabar con esa mujer y con el mocoso, no pude evitar aceptar gustosa.
Todo este tiempo nuestro matrimonio ha sido un completo misterio para todos. La gente de este sitio sabe que Jhonny y yo andamos en una relación pero no saben sobre el matrimonio pues por seguridad no uso el anillo. Incluso creen que el anillo que usa mi esposo es por puro lujo. Ni la estúpida de mi hermana sabía sobre esto o sobre mi en general, nunca la quise y alejarme fue todo un alivio.
Salgo de mis pensamientos cuando sus grandes manos acunan mi vientre y mi corazón de un vuelco cuando me mira con tanto amor y ternura. Le sonrió con timidez y me permito disfrutar de este momento por más arriesgado que sea. Me permito disfrutar de lo que somos y lo que seremos a futuro.
—Si es niña, deberá llamarse igual que tú. —susurra cerca de mis labios pues nuestro futuro hijo es otro secreto más para la gente de este lugar.
—Hablando de niños. —le digo y me mantengo sería para poder armarme de valor—, Maikol no es tu hijo.
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Entre balas [Ghost x Tu] (#1)
Fiksi PenggemarCuando el pasado y el presente chocan entre si, la única opción es rezar para sobrevivir. Mentiras, secretos y un enemigo en común es todo lo que se necesita para unirlos. A ella solo le importa su hijo. Él está armado y listo para protegerlos. ____...