Cuando el pasado y el presente chocan entre si, la única opción es rezar para sobrevivir. Mentiras, secretos y un enemigo en común es todo lo que se necesita para unirlos.
A ella solo le importa su hijo.
Él está armado y listo para protegerlos.
____...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•☠️•
—Eso es imposible. —habla Soap al darse cuenta que yo he entrado en estado de shock.
—Ghost. —Rodolfo vuelve a mi rescate acercándose y apretando mi brazo—, tenemos que reorganizarnos, si es verdad que Maikol está ahí arriba nuestra prioridad es rescatarlo.
No le prestó atención a sus palabras, mi cuerpo está entumecido y un cumulo de emociones empiezan a golpearme de manera continua. Mi mente solo reproduce la voz de mi pequeño, su imagen y sus palabras.
"Lo quiero mucho, señor Ghost"
—Anonimus. —hablo con lentitud haciendo que todos me observen sorprendidos—. Infórmame.
—Como ordene, Teniente. —me responde con diversión—. Al niño lo han ingresado por la entrada principal, estoy intentando conectarme a las cámaras de adentro para observar que sucede. No parece estar herido pero si asustado.
—Bien. —murmuro—. Nos dividiremos en dos grupos: uno deberá salir de nuevo y eliminar a la mayor cantidad de soldados posibles, siempre manteniendo un bajo perfil, es por eso que Anonimus desactivará las cámaras otra vez; en ese proceso hagan todo lo posible por dar con Price.
Todos asienten y empiezan a organizarse, Alejandro será quien dirija ese grupo ofensivo mientras los demás se quedarán en el mío. Rodolfo no protesta cuando ve a Vargas marcharse pero su preocupación es evidente. Todos se mantienen a la espera de mis órdenes, incluso Anonimus ya ha cumplido con su parte y las cámaras de afuera vuelven a estar desactivadas.
—Nos movilizaremos por todo el edificio, tenemos que encontrar a Maikol y sacarlo de aquí.
—Conseguí el acceso a las cámaras internas pero se me está dificultando mantenerlo. Puedo ver a Maikol en una amplia sala, se encuentra atado a una silla y tiene una venda en los ojos. —vuelve a hablar Anonimus, causando que la imagen mental me haga enfurecer—. Intentan sacarme de su red, tienen que ser rápidos o sino no podré decirles a dónde ir. Creo que ellos ya saben que están aquí.
Todos asentimos a sus palabras y nos empezamos a movilizar por los largos pasillos dejando atrás la puerta. A diferencia de cuando ingresamos, no nos topamos con ningún enemigo, lo que me pone sumamente nervioso pues es demasiado sospechoso. El trayecto es tenso y agobiante por lo que estoy constantemente obligandome a centrarme.
Un horrible pitido sale de nuestros auriculares y todos debemos detenernos para intentar quitarlos. El sonido dura unos largos segundos y después de eso solo queda silencio. Nos mantenemos a la espera pues quizás fue un fallo de Anonimus o algo está interferiendo con la señal. Cuando no parece haber respuesta o movimiento alguno nos disponemos a seguir moviendonos por inercia, pero entonces el sonido de algo cayendo al suelo capta nuestra atención.
Una granada de humo.
—¡Cuidado! —grito pero la densa niebla se expande a nuestro alrededor y pierdo a todo mi pelotón de vista.
Puedo escuchar los pasos y las respiraciones agitadas, por lo que intento guiarme de eso pero solo logro chocar contra el que creo es König y debido a la fuerza del movimiento ambos caemos al suelo. Intento incorporarme lo más rápido posible hasta que un hombre que no reconozco aparece sobre mi y lo último que siento es un fuerte golpe en la cabeza.
.
.
.
—Todavia no logran dar con él. —me habla Laswell mientras me observa.
Suspiro entrecortadamente y permito que me acaricie el brazo en señal de consuelo. No sé cuanto tiempo llevamos buscándolo pero no tenemos ningún registro de él.
Me encuentro de pie en la orilla de una de las carreteras que dan a la base junto a Kate, varios soldados exploran las amplias áreas llenas de pasto pero mi pequeño no está en ningún lado. Tres grandes camionetas blindadas se encuentran aparcadas a unos metros de nosotras, esperando.
Tengo los ojos hinchados, el cuerpo pesado y el estómago revuelto. Siento terror y tristeza, haciendome sentir mucho peor. Parece que buscarlo de esta forma no está funcionando, pero por desgracia no encuentro otra alternativa. Incluso se ha dado un aviso a las autoridades locales para que estén atentos a cualquier vehículo sospechoso, aunque dudo que esas personas no puedan esquivar a la policía.
Sé que estoy siendo muy pesimista pero ya no sé que más hacer.
Salgo de mi trance cuando el sonido de un helicóptero se escucha sobre nosotras, observo como vuela y lo veo alejarse poco a poco. Me giro hacia Laswell quien ha estado intentando contactar con Price y no ha podido lograrlo; ella parece notar el helicóptero y me mira extrañada.
—Que extraño, no envié ningún helicóptero en busca de Maikol. —me dice de repente—, y nadie tiene permiso de volar uno.
Ambas nos observamos hasta que la realidad me zarandea. Giro de nuevo en dirección al helicóptero pero para mí desgracia ya ha desaparecido. Decido que no puedo perder más tiempo y le hago una seña a Laswell para subirnos a una de las camionetas, cosa que hacemos con rapidez. Acelero con fuerza el vehículo y empiezo a manejar en dirección a la base para ver qué opciones tenemos.
—Aquí Laswell, soldados. —habla ella por la pequeña radio que tiene—. Sospechamos que se han llevado el niño en un helicóptero, por lo que los necesito a todos en la base para organizarnos de nuevo.
Manejo a una velocidad para nada permitida mientras mi mente solo me proyecta miles de imágenes. La carretera se siente eterna y el silencio que nos rodea solo es interrumpido por el fuerte rugir del motor. Por el rabillo del ojo puedo notar como Laswell se sujeta con fuerza al asiento y si no estuviéramos en esta situación me pondría a reír por su miedo.
—L...as...well —una entrecortada voz masculina empieza a escucharse en la radio de Kate, haciéndonos sobresaltar —. Ti...enen que escu...charme.
—¿Anonimus? —pregunta ella con sorpresa mientras observa la radio—, ¿Qué sucede?
Ambas nos mantenemos a la espera de que vuelva a decir algo, mientras tanto, me dispongo a bajar la velocidad para poder escuchar mejor. Intento hacer memoria y caigo en cuenta que esta voz es la misma que me habló y me avisó que Maikol estaba solo y desprotegido. No sabía que también se comunicaba con ellos y empiezo a sospechar que quizás fue él quien les reveló mi secreto.
—¡Escuchenme, no tengo mucho tiempo! —exclama con desesperación mientras la estática suena con fuerza—, ¡Han capturado a todo su equipo Laswell, incluidos a Price y Alejandro!
Puedo ver el momento justo en el que ella palidece y ahora es mi turno de sujetarla cuando el miedo inunda su rostro.
—¡No tienen apoyo aéreo, las naves aliadas han sido derribadas! —nos explica y puedo sentir una extraña desesperación en su voz—, y dígale a (T/n)_______ que Maikol se encuentra capturado junto a ellos.
Kate y yo jadeamos con horror. Mi cerebro parece hacer click y me doy cuenta que el helicóptero donde se llevaron a Maikol iba a ese lugar, dejándome más que claro que Jhonny está detrás de todo esto y que se llevó a mi pequeño como parte de algún maldito plan. Un grito de rabia sale de mi y puedo ver la sorpresa en el rostro de Kate cuando acelero de nuevo en dirección a la base.
Voy a matarlo.
Voy a matar a ese hijo de puta por todo lo que nos ha hecho.
—Enviame la ubicación de dónde se encuentran, iremos a buscarlos.