Capítulo 37

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—Quiten esos rostros asustados, fue solo una pequeña noticia.

Me mantuve estático, no podía creer lo que había escuchado y por un momento pensé que todo esto era mentira.

Maikol es mi hijo biológico.

Mi mirada cayó en él, se veía tan asustado y sorprendido como yo. Su cabello, su piel y sus rasgos pasaban por mi mente, memorizando y analizando el sin fin de similitudes que teníamos. Me di unos segundos para procesarlo todo y otros cuantos intentando recordar como había sucedido. El mundo me había hecho una jugada y después de tanto tiempo, todo había salido a la luz.

El pequeño no dejó de observarne, e incluso por un momento creí que seguiría llorando y que me miraría con terror o tristeza, pero entonces... Él me sonrió.

En medio del caos, Maikol Valerys me brindó la sonrisa más reluciente del mundo.

Y así lo supe... Supe que no me importaba si era verdad o mentira, supe que fuera la forma que fuera en la que yo procreé a este niño, era lo ultimo que me importaba. Yo supe que Maikol siempre fue mi hijo sin necesidad de saberlo.

Cuando el silencio en el lugar se prolonga mucho, decido no mostrarme muy afectado por la noticia, por lo que me mantengo en silencio hasta que pienso bien que decir.

—Ese debería de ser el menor de tus problemas. —le hablo a mi enemigo con fuerza, haciendo que contraiga su rostro con extrañeza—. Prepárate Jhonny, porque vas a desear nunca haberme conocido y no vas a tener tiempo de pedirme perdón por haberle puesto las manos encima a mi hijo.

Él y Hannah se miran entre sí antes de reírse a carcajadas. Ellos se ven muy divertidos pero no saben que acabo de hacer un juramento contra este cabron por lo que no descansaré hasta verlo muerto. Haré lo que haga falta para salir de esta situación y matar a este maldito.

Valerys deja de reír y su rostro serio me indica que va a ejecutar su próximo movimiento, así que me mantengo alerta y observo a los demás, quienes también parecen notarlo y tienen los cuerpos tensos y listos para lo que venga. El rubio camina alrededor de nosotros y pasa entre los espacios de las sillas mientras nos observa a cada uno. Cuando su paciencia parece acabarse, silba de una manera fuerte e irritante y un grupo de mercenarios entra al almacén a la espera de su orden. Veo como Jhonny señala en dirección a Alejandro y Price, haciendo que aquellos tipos se encaminen a su posición para luego empezar a desatarlos de la columna pero no de los brazos ni las piernas.

Veo como también le quitan el pañuelo al Capitán de los ojos y él empieza a observar todo con rapidez. Uno de los hombres le murmura algo a Jhonny que no logro escuchar pero eso parece hacerlo molestar.

—No me importa si Price es presa de Diablo, todos aquí van a morir. —le contesta el rubio de una manera tosca y malhumorada—. Sin excepción.

El mercenario simplemente asiente y se concentra en hacer el trabajo que se le asignó. Por otro lado, Hannah decide alejarse de Maikol para supervisar lo que están haciendo y veo como mi pequeño se remueve y las cuerdas que parecían estar agarrándolo ya no lo hacen. Parece que se confiaron demasiado y las cuerdas quedaron mal ajustadas, por lo que decido aprovechar esta situación y le señalo con la cabeza que se mantenga sentado. Él no parece entenderme y casi me horrorizo cuando veo que va a levantarse, pero niego con la cabeza con rapidez y por gracia del Espíritu Santo entiende mi mensaje y se mantiene en su lugar aparentando estar amarrado.

Entre balas [Ghost x Tu] (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora