Entre balas [Ghost x Tu] (#1)

Capítulo 5

•☠️•

—Con cuidado, bien.

Mi cuerpo se tambalea y Soap me tiende una mano para ayudarme, aunque yo simplemente la observo mientras recupero el equilibrio y la ignoro.

Hannah, la hermosa y agradable enfermera que se me asignó, sostiene una de las muletas mientras yo me estabilizo. Ella tiene el cabello pintado de un rojo brillante y una piel pálida, su rostro es largo con ojos pequeños y una nariz perfilada. Tiene un cuerpo de infarto y una personalidad de lo más carismática y relajada.

—Debo admitir que me sorprende tu rápida recuperación y lo bien que pareces usar las muletas. —menciona ella mientras me suelta al verme estable—. Como ya no pareces tener complicaciones ni mareos, eres libre de salir de la enfermería.

Han pasado cinco días desde que desperté. Los dos primeros no me levanté de la camilla por lo débil que me sentía y lo delicada que estaba mi pierna, cuando el malestar pasó, logré empezar a usar muletas y a andar de vez en cuando siempre que no saliera de la enfermería y estuviera con alguna enfermera.

Ahora estoy tomando las muletas y me estoy preparando para instalarme en la habitación de una de las torres de la base. De ahora en adelante debo mantener mucho cuidado debido a mi pierna y a los discos que la rodean, también debo venir cada semana a revisión y no estar mucho rato sola por si algo me pasa. Soap dice que no se alejará de mi, y hablando de él, está de pie frente a la puerta esperando para darme un tour y guiarme a la habitación, cosa que me hace bufar.

—¿A ti no te asignan misiones o algo así?, Todos estos días has estado conmigo. —le pregunto mientras me despido de Hannah y empezamos a andar en dirección a la salida.

—Por ahora mi única misión es cuidar de ti y de Maikol. —contesta sin mirarme.

Analizo su rostro y no parece demostrar nada. Él y Maikol han estado muy atentos a mi estado, de mi hijo lo puedo entender pero no por parte de Soap. No se lo he dicho pero no he podido evitar notar como me mira y como de vez en cuando parece estar ido. No lo hace con deseo como se puede llegar a pensar, me mira con tristeza, como si yo le recordara a alguien.

El bullicio de la base me saca de mis pensamientos cuando llegamos a lo que parece ser la zona más céntrica. Hay soldados por todas partes, algunos van armados y otros solo van conversando. Puedo ver muchos vehículos, instalaciones y contenedores en cualquier esquina.

No muy lejos de nosotros hay un hombre gritando órdenes y una gran cantidad de soldados se mueven con rapidez, obedeciendo sus mandatos. Mientras nos vamos acercando lo primero que veo es su ancha espalda y el extraño sombrero que lleva, junto al tabaco que sostiene en una de sus manos.

—Capitán Price. —saluda Soap llamando su atención.

Escuchar ese apellido me produce un escalofrío y un revoltijo en el estómago. Le ruego al mundo que no sea quien estoy pensando y cuando se gira, siento que lo hace en cámara lenta. Sus ojos me enfocan y rezo para que no sepa quién soy. Verlo es como abrir una caja del pasado, o mejor dicho... Una herida.