Entre balas [Ghost x Tu] (#1)

Capítulo 10

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•Primer recuerdo:
Cuatro años antes del nacimiento de Maikol Valerys.

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•Rango:
Cabo Mayor

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—¡Amor!

Corro con alegría a sus anchos brazos, él me recibe con la misma euforia y ambos reímos cuando nos hace girar. El grueso chaleco y las pesadas armas que descansan en sus costados me estorban un poco pero eso no es suficiente para apartarme pues estuvo fuera durante un mes entero y cada día qué pasaba lo extrañaba más y más.

Al detenernos verifico una última vez el área y al notar que no hay ningún superior o soldado cerca, lo beso con fuerza haciendo que gruña gustoso y me devuelva el beso. No se por cuanto tiempo nos besamos pero siento que no puedo tener suficiente de él.

—Te extrañé tanto. —susurra cuando rompe el beso y junta nuestras frentes con cariño.

—Yo también Jhonny, te juro que creí que no volverías. —mis brazos rodean su cuello sin cortar el contacto de nuestras frentes y ambos nos mantenemos en la agradable posición.

—¿Qué hubieras hecho si no volvía? —me pregunta en un tono bajo mientras me mira fijamente.

—Me hubiera robado una de las aeronaves para ir a buscarte. —confieso y él se carcajea, siento todo su cuerpo vibrando por la risa y mi corazón da un vuelco al verlo tan radiante.

Amo tanto a Jhonny que a veces me asusta. Saber que después de cada entrenamiento o misión él estará esperándome me hace feliz y me mantiene en calma. Mi mayor sueño es vivir junto a él cuando nos demos de baja y podamos formar una hermosa familia. Deseo que ya no nos escondamos y le pueda gritar al mundo que este maravilloso hombre es completamente mío.

—Ventajas de ser soldado aéreo, ¿No? —su comentario burlón me saca una sonrisa y asiento con la cabeza.

—De algo me tiene que servir ser una buena piloto de las Fuerzas Aéreas.

Ambos reímos y veo como toma mi mano para después empezar a andar. Sé a donde vamos y con solo pensarlo mi cuerpo empieza a reaccionar. Él me mira sobre su hombro y sé que mis ojos reflejan el mismo deseo que los de él. Ha pasado casi un mes y ambos estamos necesitados del otro.

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•Segundo recuerdo:
Tres años antes del nacimiento de Maikol Valerys.