Capítulo 47

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Tylwyth

No me la han concedido, pero estoy como una de las alumnas de reserva, así que aún puedo tener una oportunidad. Miro a Trent y niego con la cabeza. Realmente es algo que me hacía muchísima ilusión pero cuando la solicité ni siquiera me podría haber imaginado que Trent sentiría lo mismo que yo y que acabaríamos saliendo juntos.

—Estoy en reserva —comento aún nerviosa.

—Lo siento muchísimo osito —me dice sincero—. A pesar de eso estoy muy orgulloso de ti y quizá aún puedas ir, sé la ilusión que te hacía.

—Sí... —coincido sin estar muy convencida.

—¿Qué pasa? —Me pregunta perspicaz apartándome el cabello de la cara.

—Nada, es solo que... —Me acurruco en su pecho duro y caliente, es muy reconfortante estar con Trent, él siempre me entiende—. Ahora me da menos igual marcharme. Aunque sé que es una gran oportunidad para mi, estoy muy feliz de poder quedarme contigo.

—Bueno, iría a verte, eso ni lo dudes —me dice besándome la coronilla y pasándome un brazo por los hombros para atraerme más a su pecho —. Y seguramente tú también podrías venir, nos las apañaríamos, solo es un curso.

—Sí, aunque estamos hablando por hablar, ni siquiera soy la primera en la lista de reserva. —Le sonrío y Trent se me queda mirando con una intensidad que me hace sonrojarme, mi corazón empieza a latir desbocado cuando su mirada oscura por el deseo va de mis ojos a mis labios y a la inversa. Trent desea besarme tanto como yo a él. ¿Por qué demonios tiene que ser tan guapo? —. ¿Qué sucede? —Lo apremio.

—Nada, es solo que me encanta tenerte así. —Y me besa en los labios mientras sonrío —. Me encanta besar tu sonrisa. —Me da otro beso un poco más profundo e intenso y no puedo evitar gemir—. Y me encanta que te encante. —Sonríe de nuevo mostrando en todo su esplendor sus magníficos hoyuelos; se me acelera el corazón.

Ansío sus labios de nuevo sobre los míos, así que sin poder contenerme ni un segundo más, poso una mano en su cuello y lo insto a bajar sus labios a los míos de nuevo, él no se resiste. Primero juega conmigo, me lame el labio inferior muy suave y creo que voy a morir si no me besa en este momento. Hago un ruidito a modo de súplica y lo veo sonreír.

—¿Quieres que te bese, osito? —Me pregunta con voz ronca rozando sus labios contra los míos, provocando un ardor entre mis piernas.

—Trent...

—¿Cómo quieres que lo haga? ¿Lento y suave? —Me da un casto beso—. ¿O profundo y duro? Dímelo —susurra rozando mis labios.

—Lo quiero todo, Trent... —Él emite un gruñido y me besa abriéndose paso con su lengua para lamer la mía, siento cómo me deshago como si fuera mantequilla mientras me acomodo para que Trent se posicione sobre mí. Me gusta sentir su poderoso cuerpo sobre el mío, su calor, su dureza... Lo quiero ahí.

Trent se deshace de mi jersey para dejarme en ropa interior, aunque parezca mentira aún me siento un poco cohibida delante de él. Trent ha estado con muchas chicas, y todas y cada una de ellas han sido chicas muy explosivas y atractivas, y eso me pone nerviosa.

—Eres tan preciosa Tyl, que no puedo creer que por fin te tenga —pronuncia al tiempo que me acaricia la curva del cuello y baja hasta mis pechos.

Contengo el aliento cuando él pasa una de sus grandes manos sobre mis pechos aun cubiertos por la tela del sujetador.

—Quiero aprenderme cada parte de tu cuerpo de memoria —me susurra en la oreja haciéndome temblar de deseo.

—Trent... Te necesito —logro decir con voz queda.

El día que nos enamoramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora