Capítulo 48

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Tylwyth

Al día siguiente me siento en una nube, es pensar en cómo me tocó Trent y en cómo se unieron nuestros cuerpos y vuelvo a sentirme excitada. Quiero más de él, deseo experimentarlo todo con Trent, pero no lo volvimos a hacer después de la primera vez, no quería hacerme daño, aunque sí que hicimos otras cosas, muchas. Me sonrojo al recordar como esta mañana me ha despertado con besos por todo el cuerpo acabando con sus dedos entre mis piernas. Yo también lo he tocado y sentido, su piel ahí abajo es cálida y aterciopelada, suave y lo necesito en mi interior de nuevo.

La ducha no está sirviendo de mucho, no puedo quitarme a Trent de la cabeza pero lo que tengo que hacer es concentrarme en cómo se lo voy a contar a Avery. He quedado con ella esta noche. Le he dicho a Trent que prefiero contárselo yo sola.

Necesito hablar a solas con mi amiga y contarle todo, seguramente Avery se alegrará mucho por nosotros, después de todo ella es quien nos llama "doble T" y siempre bromea con nuestra "no relación", pero no sé cómo le sentará que se lo haya ocultado durante este tiempo que hemos pasado con todo lo de Matt. Además también quiero contarle el secreto que me ha escondido mi madre durante toda mi vida, lo de la muerte de Jared y la historia de mi madre con Richard.

Cuando llego a nuestro restaurante favorito donde ofrecen muchas variedades de patatas fritas, busco la mesa en la que Avery está sentada, ya que hace unos minutos he recibido un mensaje suyo diciéndome que me esperaba dentro. La veo al final del restaurante al lado de la ventana. Este tiene una decoración entre rústica y moderna, con sus largas luces de bombilla y sus mesas de madera y hierro, me encanta este sitio y hace tiempo que no veníamos.

Me acerco por detrás con intención de sorprenderla dándole un susto, se me ha pegado esta tontería de Trent, lo de ir sorprendiendo a la gente. La zarandeo de los hombros y Avery pega un bote en la silla, me carcajeo de ella al verle el rostro con los ojos abiertos de par en par conteniendo un chillido y seguramente algún insulto dirigido a mí.

—Como vuelvas a hacer algo así te juro que te arranco todos los pelos de la cabeza —me amenaza, y luego pierde toda la veracidad al abrazarme.

—Yo también te he echado de menos —le digo aun riendo.

—Tonta. Anda vamos a pedir que con el susto que me has dado se me ha abierto el estómago —dice Avery sonriendo.

—Creo que suele ser al revés, que te lo cierra —bromeo y tomo asiento.

—Anda calla. La verdad es que yo también te he echado de menos, no hemos hablado mucho últimamente... ¿Estás bien?

La última vez que la vi fue en la fiesta de cumpleaños de Jazz, así que decido empezar a explicarle todo lo que ha sucedido respecto a Matt y mi relación con Jazz, ahora inexistente.

—¿En serio te dijo eso? ¡Qué zorra! —Responde mi amiga cabreada cuando le cuento la última conversación que tuve con Jazzlyn en la biblioteca.

—Sí, ha sido horrible, pero sé que no es culpa mía, al menos no toda, y solo espero que Matt esté bien.

—¿En serio se presentó su madre en tu casa para echarte la culpa de todo? Dios, no me imagino lo mal que debiste de sentirte...

Asiento, quiero cambiar de tema, todo este asunto de Matt me hace sentirme mal y revivir escenas que necesito borrar de mi mente.

—Y bueno ¿Tú qué tal? ¿Hay novedades amorosas? —Le pregunto curiosa mientras me llevo una patata frita a la boca.

—Pues... ¿Te acuerdas de la chica de la que te hablé?

El día que nos enamoramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora