Trent
Me lo estoy pasando muy bien con mis amigos del instituto, de verdad, hacía tiempo que no quedábamos y había olvidado lo divertido que es recordar los viejos tiempos. Pero no puedo dejar de pensar en Tyl, en que es domingo por la noche y que al día siguiente me iré a la universidad y no la veré hasta el fin de semana siguiente, y necesito pasar la noche con ella y sentirla de nuevo, no puedo pensar en otra cosa.
—Entonces la pava le metió la lengua hasta la garganta. —Estalla en risas Aston al recordar cómo fue el primer beso de Jeremy.
—Fue el mejor día de mi vida. —Reímos.
—Por cierto, ¿Qué ha sido de la enana que te perseguía a todas partes?—Me pregunta Aston mirándome con curiosidad.
—Pues que creció y... bueno, ya no es una enana.
—¿Está buena? Deberías de haberla traído. —Ríe Aston—. Aún me acuerdo de esos grandes ojos verdes y como se le iluminaba la cara cada vez que te veía.
—Si, siempre estaba pegada a ti. —Sonríe Jeremy.
—Ni de coña os dejo que os acerquéis a Tyl —digo tranquilamente cogiendo una patata frita, es una de las comidas favoritas de Tyl y no puedo evitar sonreír pensando en que seguramente ella y Avery se están poniendo las botas de patatas fritas.
—Nunca nos has dejado, siempre he pensado que estás enamorado de ella en secreto —bromea Aston, aunque no sabe cuán cerca está de la verdad—. ¿Y esa sonrisa? Uy, este está pillado.
—Pues sí, estoy saliendo con Tyl. —Sonrío, ya no tengo que ocultar lo que siento por mi mejor amiga, en realidad es un gran alivio poder contárselo a mis amigos, así también dejarán de preguntarme por ella.
—¿Qué? ¿Tú? No quiero ser un cabrón, pero tío, nunca te duran las novias. —Ríen los dos.
—Tyl es diferente, siempre lo ha sido.
—Míralo ¡Qué profundo! —Se mofan de mí, pero no me importa porque estoy feliz, Tyl está conmigo, es mi novia y no voy a cagarla, no más de lo que ya lo he hecho.
Me despido de los chicos a eso de las doce de la noche, soy consciente de que tendré que madrugar para llegar a primera hora a la universidad, pero por un día puedo saltarme la primera clase, pasar más tiempo con Tyl bien lo vale. Cuando llego a mi puerta le envío un mensaje a Tyl preguntándole si está despierta, ella me responde que sí, que acaba de llegar. Así que no me lo pienso dos veces y me dirijo al árbol para subir a su habitación.
No me cuesta nada escalarlo, lo he hecho tantas veces que es como respirar. Tyl ya me está esperando con la ventana abierta.
—Sabía que subirías por aquí en vez de esperar a que te abriera la maldita puerta como una persona normal —me dice frunciendo el ceño. Le sonrío y cuando estoy de pie en su habitación tiró de mi camiseta que usa como pijama hacia mí y nuestros cuerpos chocan de una manera deliciosa, inspiro su aroma a frutas y me pongo duro.
La beso sin dejar que diga nada más.
—No sabes lo que me gusta que lleves mi ropa —le susurro y siento como ella se estremece entre mis brazos, sonrío más.
—Es... es que es muy cómoda. —Le guiño un ojo y la llevo a la cama, necesito tenerla lo más cerca posible. Me tumbo y la posiciono sobre mí, de manera que su rostro esté apoyado en mi pecho y nuestras piernas entrelazadas.
—¿Qué tal se ha tomado Avery la noticia? —Le pregunto acariciándole la espalda, Tyl se remueve y roza su pierna contra mi erección, dios, voy a necesitar mucho autocontrol para no hacerle el amor cada vez que tenga la oportunidad.
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El día que nos enamoramos
Romance"No estoy enamorada de mi mejor amigo, no estoy enamorada de mi mejor amigo, no estoy..." Ese es el mantra que tiene que repetirse a diario Tylwyth Bree cuando está con su vecino y mejor amigo Trent McTavish, el chico que desde pequeña ha sido su hé...