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Ya en la mañana, Minho estaba desayunando tranquilamente en la cocina, desde le día anterior Felix no le había dirigido la palabra más que para cosas triviales, eso le resultó tierno en cierta parte, sabía que aún estaba avergonzado por lo de la noche anterior aunque todo había sido un mal entendido.

-Felix ¿podrías venir, por favor?- le pidió Minho.

-Pa-Para qué?- preguntó con voz bajita.

-Quiero hablar contigo, es todo, siempre lo hacemos.

-E-Está bien...- Felix tragó con dificultad y se sentó junto a Minho, él estaba por decir algo pero el se adelantó.

-¡Por fa-favor no me e-eches!.

Minho soltó una risa ante eso- No lo haré, tranquilo.

-Mi-Minho siento m-mucho lo de ayer- comenzó a hablar el chico con nerviosismo- Te ju-juro que no vi nada.

-No estaba pasando nada, ya conoces a Han- el castaño trató de tranquilizarlo- Le gusta molestar, sólo aprovechó el momento para hacerlo.

-¿N-No estás mo-molesto?- preguntó con vergüenza.

-Contigo, no- respondió- Pero creo que Han debería pagar por eso, además de que ayer vomito en mi auto.

Felix resistió una risita al escucharlo, pero rápidamente se volvió a poner serío cuando notó la mirada de Minho.

-Tu y yo tendremos una bonita y relajante tarde en el jardín- le dijo con una sonrisa- Mientras Han lava mi auto como castigo por lo de ayer.

-¿N-No crees que eso es a-algo ma-malo?- preguntó el.

-Lo es pero sólo un poco- respondió guiñándole un ojo- ¿Qué dices, Felix?.

-Bu-Bueno, me parece extraño que hagas esto- dijo confundido- H-Han es tu novio.

-Aunque fuera mi esposo no voy a dejar pasar ese tipo de cosas, Felix, estuvo mal lo que te hizo- habló con seriedad- ¿Vas a rechazarme, entonces?.

-No, n-no, me gu-gustaría mucho- asintió rápido, sonriendo- G-Gracias, Minho.

Felix se puso de pie y estaba por preparar todo para la tarde pero Minho lo detuvo.

-Yo me encargo, te llamaré cuando todo esté listo- le dijo Minho levantándose de la mesa- Vamos, ve a ponerte algo más cómodo.

-¡S-Sí!- exclamó con emoción el pelirrojo, yendo rápido a su habitación.

Dicho esto, después de que Minho lavara los platos donde había desayunado, salió al supermercado a comprar todo lo necesario, tuvo que ir en otro auto más viejo que tenía por si acaso, aunque era la primera vez que lo usaba después de años. Compró unas sodas que Felix una vez le había contado que le gustaban mucho, cerveza para él y también llevo algo de fruta junto a otras cosas.

Al llegar a casa metió las bebidas en una hilera que dejó junto a la mesa del jardín, esta tenía una gran sombrilla para cubrirlos de el molesto sol. Fue a la cocina y cortó la fruta en trozos pequeños colocando varios palillos de madera para poder comerla.

Después de dejar todo afuera, fue a la habitación de Felix, tocando suavemente la puerta y el salió después de unos segundos, tenía puestos unos shorts que le llegaban un poco más arriba de las rodillas y una blusa sin mangas, dejando ver un poco sus pocos músculos, los cuales siempre se encargaba de cubrir.

-Que lindo- le dijo Minho con una sonrisa.

-No mi-mires- exclamó el pelirrojo, cubriéndose.

-No lo hice, te lo juro- rió Minho dando un toque en su frente con su dedo índice- Ahora espérame afuera, no tardaré.

Vulgar {minsung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora