Vulgar {minsung}

30

Al despertar, su rostro demostraba perfectamente que no había podido dormir en toda la noche. Y por supuesto que Han estaba culpando por completo a Minho por eso.

Después de su charla del día anterior, se había sentido un poco extraño, no podía dejar de pensar en cómo serían las cosas entre ambos. Suponía que tendrían que seguir con su trato frente a los demás, refiriéndose a que Han tenía que seguir siendo un refinado chico. Aunque tal vez ahora no sería tan difícil aparentar que eran pareja.

El pelinegro refunfuñó frunciendo levemente el ceño mientras se preparaba un chocolate caliente, Felix aun no estaba en casa y Minho había salido por cuestiones de trabajo, no lo vio irse pero pudo escucharlo cuando salió. La lluvia aún no se detenía pero ahora era más tenue y era más relajante, le dio un sorbo al chocolate, haciendo una mueca de dolor cuando quemó su lengua.

Han estaba regresando a su habitación pero se detuvo cuando pasó junto a la de Minho, recordó que una vez Felix le preguntó el por qué no dormían en la misma habitación, esa vez simplemente lo ignoro y decidió no responder, pero ahora que se supone que eran algo,o por lo menos lo intentarían, se preguntó si seguirían así.

Hace mucho que no tenia una relación, y estaba de más decir que jamás había tenido una relación con una persona como Minho. Sus amoríos con chicas cuando era más joven eran infantiles y pasajeros, pero Minho no era para nada de esa forma, era un hombre serio y bastante recto, solo con tenerlo cerca se podía sentir ese aura de autoridad e importancia, además de que era mayor que él. Y no solo era su personalidad, sino que Minho era alguien atractivo por donde quiera que se le mirara.

Aunque le resultaba igual de atractivo con porte de niñito rico o en las mañanas cuando lo veía despeinado y en pijama, con su expresión de aún querer dormir un poco más y sus grandes lentes circulares que no le gustaba usar en público ya que decía que se veía mal.

"Idiota, como si no supiera que siempre se ve bien..."

Han casi gruñó al pensar aquello, odiaba que su mente le traicionara y dijera o pensara cosas que no queria admitir. No quiso seguir con eso y solo fue a su habitación.

Las horas continuaron pasando y ya era realmente tarde, casi era media noche y Minho aún no llegaba, Felix lo había hecho hace horas, estaba empezando a cansarse de esperarlo. Pero aún así se quedó despierto otra hora más, hasta que escuchó el lejano sonido de la puerta de la habitación de Minho cerrándose. Pensó en ir para verlo, pero se detuvo.

El pelinegro creyó que si Minho no llegó a verlo fue porque no quería su compañía, así que se quedó ahí, además, no quería que creyera que queria verlo o algo por el estilo y simplemente se echó a dormir.

Minho estaba listo para irse a trabajar, su padre había salido de viaje por lo que tenia que ocuparse de muchas cosas él solo, era el segundo día que se la pasaba fuera de casa y casi no había visto a Han, solo llegaba a dormir para luego volver a irse, y no ayudaba mucho la costumbre del pelinegro en levantarse muy tarde. Había hablado con Felix y el le decía que Han se la pasaba encerrado en la habitación.

Penso un poco en cómo era que comenzarían a intentar algo si se la pasaban igual que antes, Minho suspiró y se dirigió a la habitación de Han, queria verlo aunque fuera unos minutos. Abrió la puerta, asomando su cabeza y viéndolo dormir mientras abrazaba una almohada. Se acercó a él hasta estar a su lado, estiró su mano para tocar su rostro, pero algo no le resultó normal, su piel se sentía muy caliente y podía notar como temblaba.

-¿Han?- lo llamó pero este solo se quejó entre sueños- Han despierta.

-¿Qué quieres?- masculló con molestia.