17

794 90 20
                                    

La música fuerte y escandalosa no era muy de su agrado.
Tantas personas bailando y divirtiéndose lo hacían sentirse fuera de lugar, a decir verdad, Minho ahora estaba más centrado en su vida laboral que la personal.

-¿Por qué pareces asustado?.

Minho miró hacia abajo, viendo a Han quien estaba esperando a que respondiera su pregunta, aún no entraban a el lugar.

-Mejor vamos a otro lado- propuso Minho retrocediendo.

-¿Por qué?- Han cruzó los brazos y se negó- No, tú me dijiste que iríamos a donde yo quisiera.

-Yo no...- Minho calló cuando Han tomó su camiseta y tiró de ella obligándolo a entrar, caminaron entre las personas para llegar a alguna mesa libre y poder tomar asiento, encontraron una un poco alejada de todos, donde no había mucho ruido y las personas preferían solo beber y charlar.

-Han..- Minho dejó que el pelinegro lo sentará en una de las sillas.

Un mesero se acercó a ellos, sonriendo y dejando unos tragos de tequila de cortesía, el lugar a donde fueron era conocido por eso.

Han tomó uno y lo bebió de forma rápida, haciendo muecas pero disfrutando como el líquido quemó un poco su garganta.

Minho alzó una ceja al ver lo fácil que lo hizo, miró a Han quien también estaba mirándolo a él, esperando a que hiciera lo mismo.
El mayor suspiró largamente y tomó su vaso, bebiendo de forma rápida, hizo una mueca de desagrado, escuchando como Han rió fuertemente, no recordaba que su sabor fuera tan fuerte.

-¿Uno más? -preguntó Han sonriendo.

-No- respondió con dificultad- Yo no estoy...

-¿Está muy fuerte para ti, anciano?- comentó Han con burla.

-No soy un anciano- dijo Minho y de inmediato vio como Han le ordenó a un mesero traer más tragos.

-Demuéstramelo- dijo Han colocando los vasos frente a Minho.

Sabía que no tenía que hacerlo, pero no le gustaba ver esa expresión victoriosa en Han.

El castaño asintió lentamente, chasqueando su lengua para después beber los dos tragos más de tequila.

-Mierda- dijo entredientes notando la mirada de satisfacción de Han al haber hecho lo que él quiso- ¿Satisfecho?.

-Más o menos- dijo Han haciendo una mueca.

-¿Qué otra cosa quieres que haga?.

-Me gusta esta actitud tuya tan obediente- comentó Han inclinándose sobre la mesa- Sigue así.

-Te gusta ser el que manda- corrigió el mayor. 

-Que bueno que lo entendiste- Han sonrió.

Como siempre, Minho prefirió quedarse sentando en lugar de bailar, dejó que Han se divirtiera solo, pudo notar que varias personas quisieron acercarse a él pero al final decía algo que los hacía alejarse.

-Hola, ¿podemos hacerte compañía?.

Minho apenas pudo escuchar aquella voz, cuando quitó su mirada de Han para ver de quién se trataba, vio a un chico junto a otra chica, estos se sentaron sin pedir permiso, los miró notando que sus intenciones parecían simplemente de convivir.

-¿Por qué estás tan solo?- preguntó la chica con una sonrisa amable.

-Sí, hombre, tener compañía es más divertido- respondió el chico- ¿Cuál es tu nombre?.

-Minho- respondió sin más- Emm, en realidad...

-¿Quieres bailar?- preguntó la chica emocionada.

Vulgar {minsung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora