Vulgar {minsung}

43

Han mantenía su mejilla sobre el pecho de Minho, quien dormia plácidamente, mientras él lo observaba en silencio, sonrió levemente y se aferró a su cuerpo, abrazandolo con fuerza, sintiendo que el corazón se le aceleró cuando fue correspondido.

Nunca creyó estar de esa forma con Minho, un pretencioso rico niño de papi, no eran de su tipo, pero al parecer se había equivocado.

-Minho..- murmuró Han- Minho..

Han frunció los labios y bajó su mano a la entrepierna del castaño, apretando con fuerza, provocando que Minho despertara de golpe dando un brinco en la cama, cuando su mirada se posó sobre el causante de su dolor, el pelinegro le mostró una miradita inocente que sabía bien que era falsa.

-¿No había otra forma menos dolorosa de despertarme?- preguntó Minho aún con rostro somnoliento.

-Sí, pero así era más rápido- Han sonrió entrecerrado sus ojos.

-Eres muy malo conmigo- dijo Minho en tono decaído.

-Yo quiero que seas muy malo conmigo- dijo Han de forma insinuante.

-¿Tan temprano?.

-Toda hora es buena para jugar al mete y saca.

Minho rió bajito ante eso, le sonrió y abrazó al pelinegro con fuerza, besando varías veces su mejilla.

-Por ahora solo quiero besarte- Minho sonrió contra la mejilla sonrojada del pelinegro- Me gusta besarte lo suficiente.

-Eres tan ñoño- dijo Han con el ceño fruncido, sonriendo levemente cuando Minho lo besó en los labios.

-Tu eres un malagradecido- Minho murmuró contra sus labios- ¿No puedes decirme algo romántico?.

-Te di una mamada en un auto, ¿eso no es romántico?- preguntó Han alzando una ceja.

-No lo es, para nada.

-¿Entonces no quieres que vuelva a hacerlo?.

Minho hizo un gesto pensativo- Yo no dije eso.

-¿Sabes qué si sería romántico?- Han ladeó su cabeza, pestañeando varias veces.

-No sé si quiero escuchar esa respuesta pero, ¿qué?.

-Que me llevarás cargando a la cocina, tengo hambre.

-Eso me gusta.

Ya en la cocina, Han se había preparado un cereal, una cuchara para él y otra para Minho, quien a pesar de que le dijo que era mejor la silla del comedor se había sentado sobre las piernas del castaño.

-Visitaré a mi madre más tarde, Minho- avisó Han dándole otra cucharada de cereal.

-¿Quieres que te acompañe?- preguntó Minho.

-No, quisiera ir solo, después podemos ir juntos- sugirió Han sonriendo.

-De acuerdo- Minho aceptó y tomó el mentón del pelinegro, besando dulcemente su mejilla.

-Me daré un baño antes de irme, ¿vienes?- preguntó Han con una sonrisa coqueta.

-Lo haría pero seguramente nos distraeriamos mucho.

-¿Por qué no me dejas jugar con tu pene antes de que me vaya?- dijo Han haciendo un puchero y cruzando los brazos.

-Porque yo también tengo cosas que hacer, no desesperes, tenemos mucho tiempo para estar juntos- dijo Minho con calma, sonriendo.

-Bueno- aceptó Han de mala gana.

-No debería consentirte tanto, te pones muy...

-Piensa bien en lo que dirás- le advirtió Han.