Capítulo catorce "Nueva manada"

307 23 10
                                    

Salí del auto y me acerqué con cuidado, pues había salido de la nada y no sabía cuál era su intención.

—hola Madison —sonrió aún más —tanto tiempo si vernos. —observó mi vientre plano —veo que Scott no perdió el tiempo.

—¿Cómo...? —fruncí el ceño —¿Eres hombre lobo?

—así es —suspiró —de todos modos ¿Qué haces por aquí?

—estoy huyendo —admití.

—creo tengo el lugar perfecto al que puedes ir... —se acercó a la puerta del  piloto —es mi casa, vivo con mi manada, espero que no te moleste.

—espera, ni siquiera nos conocemos...eres un extraño para mi ¿Por qué confiaría en ti?

—suspiró —quiero ayudarte.

—no es suficiente.

—bien, puedes irte y arriesgarte a que los doctores del miedo te encuentren. —dijo como quién no quiere la cosa.

—sólo porque estoy embarazada y no quiero que los lastimen, pero solo por eso, confiaré en ti.

—genial —subió al auto y no me quedó de otra que seguirlo.

Seguimos el viaje por un camino de tierra secundario que salía hacia la ruta, pasamos hectáreas de campo virgen, a lo lejos hasta se divisaba caballos y vacas pastando.

—¿Y tu alfa sabe que llevas a una desconocida a su "nido"?

—no eres una desconocida, no para él —negó —te conoce más de lo que crees.

—eso suena a acosador —me revolví en el asiento —mejor para, prefiero irme a otro lado.

—Madds por favor, no va a hacerte daño —sus ojos azules se cruzaron con los míos por unos segundos, hasta ahora no había notado lo atractivo que era.

Tenía pecas en sus mejillas y sobre el puente de su nariz, un lunar sobre el labio superior y podía ver sus pectorales bien trabajados sobresaliendo de la musculosa que traía puesta.

—bien, pero te advierto que mi hermano es un dracul. —suspiré —y por cierto, no me llames así —no sé por qué pero ese apodo en sus labios no se oía bien.

—rió —descuida.

Unos minutos después nos encontrábamos estacionado frente a una gran casona, casi se podría decir que era una mansión.

—¡Wow! Es enorme —alcé las cejas asombrada.

—¡wow! No creí que te fijaras en eso, te sentí viendo pero no pensé que llegarías a tanto.—bromeó —voltee y golpee su hombro avergonzada. —¡au!

—cállate, sabes que no me refería a eso, que por cierto, no vi.

—¡Trev! —una castaña delgada y con aspecto aniñado, salió de la casa —se puso como un loco y Erik tuvo que salir de emergencia.

—Iri, ella es Madison —nos presentó —Madison, ella es Irina.

—¡hola! No puedo creer que al fin estás aquí —me dio un reconfortante abrazo que me tomó por sorpresa pero acepté.

—es un gusto —dije alegre.

—¡oh! Y Derek está aquí —miró al rubio tras separarnos.

—¿Hale?

—¿Lo conoces? —preguntó sorprendida.

—si, es un amigo —expliqué.

Los tres entramos a la casa, en el living estaba un hombre leyendo el periódico, me pareció extraño, digo, ¿Quién lee un periódico en pleno siglo XXI?
Alzó la mirada al vernos y yo quedé encantada, era castaño pelo pulcramente peinado y ojos marrones.

My neighbor is a werewolf 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora