Capítulo cuarenta y tres "La brecha"

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Llegamos a la comisaria y nos reunimos con Lydia a quién le contamos todo lo sucedido la noche anterior y sobre el plan que Scott tenía para traer a Stiles.

—¿Vas a morder a Stiles? —preguntó la pelifresa.

—para que atraviese la brecha —asintió.—es la única manera. —se acercó a uno de los escritorios.

—sólo para aclarar ¿Planeas morder a todos en la estación de trenes? —así, también estaba Peter.

—cuando Stiles vuelva, podría ayudarnos a hacer un plan —comenté.

—stiles es bueno en eso —siguió Malia, quién también había venido junto con Liam.

—¿así que el plan es que a Stiles se le ocurra un plan?

—¿Las quemaduras de tercer grado afectaron a tu cerebro? —me burlé con un poco de fastidio.

—ya puedes callarte —gruñó la coyote a su padre.

—Malia mira alrededor, somos los únicos en Beacon Hills —señaló el mayor —si nos llevan, Lydia será la única que quede aquí.

—por eso seré el único que se vaya —apuntó Scott. —Liam y Hayden se quedarán con Mason, mientras haya alguien en Beacon Hills, la cacería continuará.

No hace falta decir que no estaba muy contenta por ello, pero no podía detenerlo, así que me tocaba aguantarme.

—me gusta tu plan, Scott, especialmente la parte de convertir a Stiles —habló Peter —pero no funcionará.

—¿Cómo lo sabes? —inquirí.

—¿lógica? ¿Experiencia? ¿Qué tan probable es que se lo lleven? ¿Y si Stiles no está ahí? ¿Y si No hay Beacon Hills al cuál regresar?

—¿Tienes una mejor idea? —preguntó el rubio.

—Sí, se llama salir corriendo. —nos miró —nos vamos ¿En cinco minutos?

—muy valiente de tu parte —rodeé los ojos.

—prometiste ayudarnos, debemos encontrar la brecha —le dijo su hija.

—no prometí ayudarlos a suicidarse.

—sino puedes ayudar, los encontraremos solos —informó Scott.

—Scott, debo aceptar que sueles vencer las probabilidades pero, de esto no escapas caminando, solo corriendo —se fue dejándonos solos.

—Malia —me acerqué y la abracé —que no te afecté, él es un cobarde —suspiré —no lo necesitamos, podemos hacer esto juntos —voltee al sentir la mirada de Scott en mí, quién me regaló una pequeñas sonrisa que correspondí.

Un rato más tarde decidimos ir hacia el lugar donde Scott y Malia encontraron a Peter hace unos días.

—cuando estuviste aquí ¿Cuánto tardaron los jinetes en aparecer? —preguntó el castaño.

—un par de minutos —respondió la coyote.

—que rearfirmante —opinó la banshee.

—¿Cómo se vería la brecha? —inquirí confusa.

—es una fisura en el mundo, teóricamente se podría ver como un agujero negro —explicó Lydia. —microscopico o un...puente flotante de Einstein-Rosen. —Llegamos al lugar —espero que no este haya arriba —alzamos la mirada al cielo.

—separemonos —cada uno tomó un camino distinto y nos pusimos a buscar por nuestro lado. —oigan, miren esto —nos llamó Scott, había un caño enorme.

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