My neighbor is a werewolf 2

Capitulo veintiuno "Nuestra manada"

Fuimos a la torre de comunicaciones para investigar más a fondo lo que había ocurrido y sobre todo que era esa cosa que veloz que había salido de aquí.

—Dios —dije al ver el gran charco de sangre en una de las habitaciones —que bueno que llevó mi collar —lo toqué.

—no me digas que te causa náuseas —dijo Stiles divertido.

—bueno, teniendo en cuenta que estoy embarazada y mi sentido del olfato está más desarrollado que el de un perro y además, estoy siendo humana debido al collar....pues admito que me asquea.

—notas algo —miró al alfa.

—bueno, solo puedo ver la sangre.

—miren a donde va —apuntó el rastro con la luz de linterna a uno de los gabinetes en el suelo, Scott se acercó para correrlo, le estaba costado mucho.

—golpeé el brazo de Stiles y lo señalé —ayudalo —murmuré.

Por suerte no dudó en acercarse a darle una mano.
Nos acercamos hacia donde se exintinguia las gotas de sangre, una puerta de sótano destrozada.
Bajamos con cuidado y seguimos explorando.

—avísame si te cansas —dijo Scott, quién sujetaba mi mano.

—por ahora estoy bien —sonreí —te diré si me siento mal.

Seguimos caminando cuando vemos como un humo negro saliendo de un grabado en el piso.

—¿Qué es eso? —preguntó Scott.

—parece latín —respondimos Stiles y yo al unísono.

—sostén la luz, tomaré una foto —sacó su celular —Stiles, no muevas la linterna.

Se escuchó un ruido como de inyección y Stiles cayó al piso.
Scott tomó mi mano y me puso tras él cubriéndome con su cuerpo.
Tracy se acercó a nosotros media transformada en kanima, ella había inmovilizado a Stiles.

—Maddy corre —dijo mientras peleaba con la chica.

—¿Crees que puedo correr con esta panzota?

—¡detrás de ti! —exclamó el castaño llamando la atención del alfa. Otra quimera apareció pero Scott fue lo suficientemente inteligente como para hacer que ambas quimeras se enfrentaran.

—es horrible ¿no? —oí al chico de lunares.

Cory salió del muro y se acercó a Scott pero Theo apareció —bien —lo detuvo —tal vez no estén listos para enfrentar a un alfa, sobre todo uno que huele el miedo.

—él tiene colmillos —se defendió Cory.

—ay por favor —rodee los ojos —es un cachorrito —acaricié la mejilla de mi novio.

—¿Qué hiciste? —preguntó el susodicho.

—encontré amigos nuevos —respondió. —no me gusta el rechazo.

—Hola Theo —saludó el castaño.

—Stiles —se acercó a él —Madison —me miró sonriente para luego romper la inscripción en el suelo

—rata inmunda —respondí —¡hijo de perra! ¿Cómo te atreviste a matarlo? —lancé una de mis dagas en su dirección, le apuntaba a la cabeza pero él logró tomarla en el aire.

—buen intento. —se burló, tirando la daga en mi dirección, la cual pare con mi pie —te iras de aquí pensando que debes preocuparte por mi pero no es así —observó a Scott —de hecho, estamos en el mismo bando, porque esa cosa, es por la que debemos preocuparnos. Tu manada y la mía, volveremos a la escuela y fingiremos que somos normales, pero en las noches pelearemos por nuestras vidas.