My neighbor is a werewolf 2

Capítulo cuarenta y ocho "Argent"

—aún podemos atraparlo —llamé la atención de Scott quién de encontraba sumido en sus pensamientos, cabe aclarar que estábamos en el bosque otra vez.

—¿a quién? —me volteó a ver.

—al asesino —fruncí el ceño —¿Qué estás pensando?

—llevarle la bala a Argent —la sostuvo en su mano.

—¿Aunque el fuera quien disparó? —no acercamos a él.

—en especial si fue él —volteó hacia sus espaldas —¿Escuchas eso? —se dirigió a Malia.

—son latidos —afirmó.

—son muchos —murmuró el castaño. —están aquí —se apresuró a tomar mi mano y ponerme detrás de él.

—¿Quiénes? —inquirió la pelifresa.

—cazadores. —tiró de mí —¡Corran!

—Scott ¡espera! —exclamé mientras corríamos lejos. —¡Scott!

Derepente paramos abrupamente notando que había varios policias apuntandonos con sus linternas y Scott se soltó de nuestro agarre transformándose y atacando al sheriff.

—¿Scott?—pregunté asustada notando que estaba descontrolado —¡Scotty! —exclamé haciendo que volviera en sí.

—si,si...vamonos —Noah se puso en pie mientras tranquilizaba a mi prometido.

—¿Qué demonios te pasa? —me acerqué y acune su rostro lobuno entre mis manos —realmente me asustaste.

—yo...—miró a su alrededor —no lo sé.

—si hay algo mal, puedes decírmelo.

—estoy bien, Ángel —acaricié su mejilla perdiéndome en los rubíes que eran sus ojos.

—todos retrocedan —ordenó el sheriff. —sólo es un chico y su novia.

—¿Qué le pasa en los ojos? —preguntó una de las policía.

—¿Nunca vió a un chico disfrazado de vampiro neófito? —bromeé media sarcástica.

—hija —me reprendió mi padre sorprendiéndome, él también estaba aquí y apenas lo noté.

—Hola papi —sonreí con inocencia.

—obedece al sheriff —dijo Parrish poniéndose frente a la policía al ver que no había hecho caso a diferencia de sus compañeros—¡retrocede!

—lobito —me acerqué y lo besé, eso hizo que se relaje y volviera a ser humano, me miró avergonzado —oye, está bien —sonreí apenas, sentí a las chicas tras de mí.

—lo lamento —se disculpó con Noah luego de un rato. —no vieron nada ¿Verdad?

—no más de lo normal —musito el hellhound.

—¿Quieres decirme que pasó aquí? —habló mi padre observando a su yerno.

—es un sabueso infernal —Parrish señaló el cuerpo que estaba a escasos centímetros de nosotros.

—un sabueso muerto —específico Malia.

—sí, eso veo —respondió el sheriff.

—no lo entiendo, pensé que no podías matar a los sabuesos. —comentó Jordan.

—parece que es fácil hacerlo —siguió la coyote.

Stilinski miró a Scott —¿Quieres decir algo más?

—sí...—asintió —no creo que fuera una bala cualquiera.

—espero que no —deseó el policía.