22. 𝘚𝘢𝘣𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘉𝘳𝘪𝘨𝘩𝘵.

181 21 5
                                    

̶Q̶̶u̶̶e̶̶r̶̶i̶̶d̶̶o̶ ̶d̶̶i̶̶a̶̶r̶̶i̶̶o̶, mi casa es un auténtico caos.
El olor a aguarrás se extiende desde el salón por todas las habitaciones, y el problema es que por riesgo de humedad mi madre no puede dejar sus obras en la terraza. Eso explica que tenga dos cuadros en mi cuarto. Hay otros dos en el de mi hermana y en el dormitorio principal, y tres en la cocina. La buena noticia es que esto no durará mucho. Le han confirmado la exposición para el jueves de la semana que viene. Ahora solo tiene que terminar la que parece ser su obra más ambiciosa de la colección, de cinco metros de largo por dos de alto.
Mi hermana me ha vuelto a sacar el tema de Min en varias ocasiones, y todas delante de mi padre. ¿Casualidad? Sé que él escucha nuestras conversaciones aunque finja estar atento a la televisión. Por lo menos entonces se esfuerza por disimularlo, pero cada vez que Tu pronuncia el nombre de Bright mi padre aguanta la respiración y tensa los músculos de la cara.
No sé por qué le pone tan nervioso saber que ese chico es gay.
¿Será porque empieza a pensar que yo también lo soy?
A las cuatro en punto estoy en el Retiro. Film es la segunda en llegar, le sigue JJ y finalmente Min. La idea era aprovechar el buen tiempo para alquilar una barquita, pero parece que todas las parejas de Bangkok han decidido hacer lo mismo. Al final terminamos en la zona del Palacio de Cristal, nos sentamos haciendo un círculo y me quito los calcetines para atrapar la húmeda hierba con los dedos de los pies. Mantenemos conversaciones triviales durante una larga media hora y luego comento el hecho de que deberíamos habernos traído las cartas para echar una partida.
Me doy cuenta de que Min permanece ausente, demasiado enganchada al móvil.
—¿Y esa sonrisilla? ¿Con quién estás hablando? —Film se estira intentando usurpar su teléfono, pero Min es más rápida y lo guarda detrás de la espalda.
—Tampoco hace falta ser adivino. —JJ sonríe de lado.
—¿Bright?
—Lo que haga con mi móvil es secreto...
—Siempre hablas de Bright. No es ningún secreto —suelto de golpe.
—¿Celoso? —Min me mira con una ceja levantada. No sabría decir si está molesta o le divierte la situación.
—No hay motivos para estarlo.
—¿Y eso por qué?
—Porque no habéis hecho nada.
—En realidad, me ha invitado a su casa para ver una peli.
—Me alegro. —No me hace ninguna gracia—. ¿Cuándo?
—Hoy.
—Me alegro —repito, muy seco.
—Uy, sí que está celoso —interviene JJ.
—No, no lo estoy.

Odio los celos.

Sobre todo odio la sensación primitiva de propiedad que tengo con Bright, como si él me perteneciese de alguna manera.
Film le da golpecitos en la pierna, entusiasmada por la noticia:
—Y ¿qué vas a ponerte?
—Autoestima. Eso es lo que me voy a poner.
—Entonces irás cañón.
—Y sin nada más. Pienso quitarme la ropa en cuanto encienda la tele. —Se muerde el labio mientras sonríe—Vamos a follar tanto que a lo mejor el lunes no puedo ir a clase. Necesitaré dos domingos para recuperarme. O un tequila.
Siento que algo se agita en mi interior con más intensidad.
Film se sonroja por la sinceridad de su amiga y JJ se tumba en la hierba para hacer una pequeña representación de lo que ocurrirá en unas horas. Todos se están riendo menos yo.
Tengo que calmarme.
Min puede habérselo inventado.

Bright no haría eso.

No conoces a Bright.

Y tú qué sabes.

Es que no lo conoces. Seguro que se está tirando a media facultad, y Min es la siguiente. Con el morbo de ser tu mejor amiga.

Min se retira un mechón de pelo detrás de la oreja y pestañea (para mi
gusto) de forma exagerada. Como haga eso delante de Bright le va a clavar las pestañas en los ojos.

Ojalá lo haga.

Y que se quede ciego.

—Además, según me han informado mis fuentes —comenta Min—Bright la tiene increíblemente grande. Incluso llega a tener problemas con las chicas para poder follar, porque a algunas no les entra.
—¡Anda! Eso es mentira —protesta JJ—. Aquí hay gente que se tira flores y luego están los que se tiran el ramo entero.

Es que Bright es el ramo entero.

No quiero ni imaginar la cara que debo de estar poniendo, pero Min parece darse cuenta, porque siento sus ojos sobre mí cuando pregunta:

—¿Y a ti qué te pasa ahora? Llevas unos días muy raro.
—No entiendo muy bien a qué juegas, sinceramente. Se supone que
somos amigos.
—¿Y?
—Y... que se supone que estamos saliendo. Aunque sea de mentira- aclaro—. Estamos juntos, tú y yo. ¿No ibas a ayudarme con toda esta mierda? El plan era ese, ¿no? Ir a la fiesta de Luke y fingir que teníamos
sexo. Y tú vas y te quedas ligando con Bright. ¡Increíble!
—Lo increíble es que hayas esperado tanto para decirme esto ahora. Te dije que tú siempre serías mi prioridad y lo has sido, pero es como si toda mi ayuda nunca llegase a ser suficiente. —Cierra los ojos con fuerza, los vuelve a abrir. Están brillantes—. Le he hecho prometer a Bright que no se lo contaría a nadie. Así que tranquilo, que tú puedes seguir diciendo que estás súper feliz con tu novia de mentira. Es lo único que te importa, ¿no?
—Joder, pero no así. Perdona si en algún momento yo...
—Empiezo a estar harta de esta mierda. Deberías pasar de todos los comentarios de la gente de una puta vez y ya.
—Min tiene razón, no puedes dejar que te afecten tanto. —JJ asiente con la cabeza.
—Te importa demasiado la opinión que tenga el resto de la gente sobre ti —reconoce Film—, y eso te va a complicar la vida como no le busques
solución.
—Genial, ahora resulta que toda la culpa es mía.
—No hemos dicho eso.
—Pues lo parece.
—Win...
—Déjame.
Nos quedamos en silencio. Un silencio incómodo que me recuerda al primer día de clase, cuando ninguno de nosotros éramos aún amigos y no sabíamos qué decir para entablar una conversación fluida.
Al final, Film decide que ya es suficiente:
—Todo esto te lo decimos porque te queremos. Lo sabes, ¿verdad?
—Sí.
—Y queremos lo mejor para ti.
—Sí.
—Y nos puedes contar cualquier cosa. ¿Vale? Lo que sea.
—Sí.
Miro al cielo. Está despejado, aunque pintado de un azul casi apagado.
Me imagino qué pasaría si el sol decidiese quemarlo. Sería como estar encerrados en una pecera envuelta en llamas, y no tardo en conectar ese pensamiento con la habitación de Bright. Vuelvo a ver las luces rojas quemando las paredes..., la cama en el centro..., sus manos arañándome la
piel...
—Sabemos que te gusta Bright.
Por una fracción de segundo creía que me lo decía a mí y por eso tengo el corazón en la boca. Trago con dificultad y lo devuelvo a su sitio.
—Me gusta, pero no estoy enamorada.
—Poco a poco, mujer.
Min saca el móvil y se le escapa un grito.
—¿Estás bien?
Rápidamente le da la vuelta para enseñarnos la foto que le acaban de
enviar.
—Madre mía. ¿Lo que estoy viendo es la... eso de Bright? —A Film le tiembla la voz.
—Polla. ¡Polla! Puedes decirlo tú también.
—No te va a entrar.
—¿Qué te apuestas a que sí?

Estado: CO- LE- RI- CAComo me castra cuando Bright se comporta así

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estado: CO- LE- RI- CA
Como me castra cuando Bright se comporta así

Los cuerpos de la habitacion roja. (Adap. BrightWin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora