*:･ﾟ the great war !
( fate the winx saga 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜)
❝ tal vez nuestros errores
son los que hacen nuestro destino ❞
𝐨𝐨. Donde Fae descubre que tiene
sentimientos por el chico de oj...
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❝ flashes of the battle ❞ p. esperanzas mortales; pt4
Fae atravesaba el campo de entrenamiento con paso acelerado, el corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras buscaba desesperadamente a Sky y Silva. Ni siquiera había tenido tiempo de asimilar todo lo que había sucedido en la última hora; eso vendría después. Por ahora, Silva requería toda su atención.
A lo lejos, divisó sus figuras sentadas sobre el cuadrilátero, en una escena que destilaba tensión y preocupación. Silva estaba con los brazos envueltos alrededor de sus piernas, mientras Sky se encontraba frente a él, con la mandíbula apretada y una postura rígida. La sonrisa de Fae se desvaneció al acercarse, notando que no estaban celebrando ni compartiendo palabras de consuelo.
Sky evitaba su mirada, y Silva apenas levantó los ojos hacia ella. Algo estaba definitivamente mal.
Fae examinó el rostro de Silva en busca de alguna pista, pero sus ojos azules parecían opacos. Su respiración era entrecortada, y sus labios entreabiertos revelaban la angustia que lo consumía. Era evidente que algo lo estaba devastando por dentro.
—Dijiste que lo mataron —susurró Fae a Sky, pero él seguía sin mirarla.
Finalmente, Silva habló, su voz resonando con pesar. No era la voz triunfante que ella esperaba escuchar después de una victoria.
—Y así fue —respondió, pero no había alegría en sus palabras, solo resignación.
Silva bajó la mirada, su rostro marcado por la fatiga y el sufrimiento.
—¿Y por qué no se curan sus heridas? —preguntó Fae de nuevo, un poco de desesperación colándose en su tono de voz. Miró a Silva y a Sky, pero el segundo miraba a la nada.
—Porque mataron al incorrecto. Está claro que hay más criaturas de las que imaginamos allá afuera —explicó Silva con voz entrecortada.
¿Qué significaba eso?
—Pero el batallón puede seguir buscando, ¿no? Solo tenemos que esperar a que... —intentó Fae, pero antes de que pudiera terminar la oración, Sky intervino, con una mirada que expresaba una mezcla de frustración y resignación.
—Ya es demasiado tarde, Fae. No hay más que hacer —dijo con firmeza, como si aceptar la derrota fuera la única opción.
¿Cómo podían rendirse así? ¿Cómo podían quedarse de brazos cruzados mientras Silva enfrentaba su destino? La rabia comenzó a burbujear en el interior de Fae, alimentada por la sensación de impotencia.
—¿Y ustedes dos simplemente se sientan aquí, sin hacer nada? —exclamó, la ira tiñendo sus palabras.
Sky negó con la cabeza, mientras Silva suspiraba pesadamente.
