*:･ﾟ the great war !
( fate the winx saga 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜)
❝ tal vez nuestros errores
son los que hacen nuestro destino ❞
𝐨𝐨. Donde Fae descubre que tiene
sentimientos por el chico de oj...
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❝ somewhere in the haze ❞ marchitarse en la verdad; pt1
El día se desplegaba ante los estudiantes de Alfea con una atmósfera peculiar. La orden de los profesores de entrenar juntos, hadas y especialistas, había generado un revuelo de emociones, combinando la excitación de lo desconocido con la incomodidad de lo inusual. "Aprender a trabajar en equipo", resonaba la consigna, un concepto familiar en el mundo humano, pero extraordinario en el reino mágico. Hadas y especialistas, dos mundos que solían orbitar en órbitas separadas, se encontraban ahora entrelazados en una danza de colaboración.
No era la primera vez que se enfrentaban a tal desafío. Recordaban la única otra ocasión en la que unieron fuerzas, hace dieciséis años, durante la épica batalla contra los quemados, un recuerdo que aún perduraba en las mentes de muchos. Para este ejercicio en particular, se habían formado diversos circuitos, cada uno con sus propios desafíos y obstáculos, que requerían la cooperación entre hadas y especialistas para superarlos. Terra y Fae, destacadas por su destreza, se encontraban ahora en uno de los desafíos finales, enfrentándose a un escenario que desafiaba todos sus sentidos y habilidades.
El jardín de Alfea se transformaba en un laberinto de verdor y vida, con enredaderas retorcidas y hojas que susurraban secretos al viento. Entre la espesura, el peligro acechaba en forma de un quemado "real", una criatura mágica que desafiaba sus habilidades y su valentía. Con la espada firmemente empuñada, Fae escudriñaba el entorno con nerviosa determinación, sus sentidos alerta ante cualquier indicio de peligro. A su lado, Terra se conectaba con la tierra misma, dejando que su intuición y su conexión con la naturaleza la guiaran hacia la ubicación del enemigo oculto.
—¿En dónde está? —preguntó Fae, mirando a su alrededor con la respiración acelerada.
Llevaban algunos encuentros fallidos en esa última prueba. El profesor Harvey siempre regresaba diciéndoles lo mismo: "Deben confiar en su especialista, al igual que en su hada". Terra se agachó, tocando el césped con sus pequeños dedos, y sus ojos tornándose de un color verdoso.
—Está cerca —murmuró, poniéndose de pie y señalando una dirección específica.
Entonces, lograron escuchar un fuerte rugido, el sonido característico de los quemados. Fae se puso en posición de defensa mientras el quemado apareció en su panorama, acercándose a toda velocidad, mientras las chicas lo miraban con un poco de miedo. Pero Fae sabía que Terra estaba a punto de atacar; solo esperaba el momento adecuado.
—Ahora sí, lo tengo —afirmó el hada antes de hacer crecer unos grandes tallos de planta con sus manos.
Fae la miró asombrada. El quemado fue ligeramente retenido por los esfuerzos de Terra, y Fae tomó eso como ventaja para acercarse. No le quedó más remedio que atacarlo cuerpo a cuerpo, con su espada, en los puntos débiles que le indicaba Terra. Finalmente, después de esquivar golpes y maniobrar la espada, Fae pudo clavar su espada en el pecho de la criatura, destruyéndolo automáticamente al romper su núcleo mágico. El quemado se desintegró en el aire, dejando una especie de piedra holográfica en el piso.
