*:･ﾟ the great war !
( fate the winx saga 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜)
❝ tal vez nuestros errores
son los que hacen nuestro destino ❞
𝐨𝐨. Donde Fae descubre que tiene
sentimientos por el chico de oj...
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❝ the one you reached for ❞ con un hada de la mano; pt3
"Bienvenidos a Alfea" se leía en la pancarta que adornaba la puerta principal, anunciando el inicio de la fiesta de bienvenida. Los novatos se dispersaban por el lugar, ansiosos por conocer gente nueva y hacer amigos. Entre ellos se encontraba Fae, aunque su ánimo distaba mucho del entusiasmo que reinaba en el ambiente.
La fiesta era la ocasión perfecta para socializar y sumergirse en la atmósfera vibrante de la escuela, pero para Fae, que prefería la tranquilidad de su habitación y una noche de películas y palomitas, no era precisamente su plan ideal. Sin embargo, después de las súplicas insistentes de Gaia, allí estaba, navegando entre los grupos de personas, tratando de encajar en la diversión forzada.
Los pasillos que rodeaban la fiesta estaban sumidos en la penumbra, con la mayoría de los estudiantes mayores reunidos allí, disfrutando de bebidas y cigarros electrónicos. En contraste, el resto del lugar estaba iluminado por luces de colores que creaban una atmósfera festiva, con mesas de bebidas distribuidas estratégicamente.
Fae y Gaia se escondían entre las columnas de piedra, disfrutando de una animada conversación mientras sostenían vasos llenos de bebida en sus manos. A medida que avanzaba la noche, se iban sintiendo más cómodas, intercambiando opiniones sobre los atuendos de los otros estudiantes de primer año y señalando a los chicos guapos que se destacaban en la fiesta.
—¿Escuchaste los rumores? —preguntó Gaia después de un rato de silencio.
Fae la miró, confundida. Había pasado todo el día en su habitación, ajena a los murmullos del resto de los estudiantes.
—¿Debería haberlo hecho? —respondió con sinceridad, levantando una ceja. La curiosidad se reflejaba en los ojos de Gaia.
—Bueno, todo el mundo está hablando de eso. Me sorprende que no fueras tú la que me preguntara.
—¿De qué se trata? —inquirió Fae, comenzando a sentir intriga.
Gaia miró a su alrededor, asegurándose de que nadie más pudiera escuchar antes de inclinarse hacia ella como si estuviera por revelar un secreto importante.
—Alguien cruzó la barrera —susurró, haciendo que los ojos de Fae se alzaran con sorpresa.
—Pues que idiota —Soltó automáticamente, sin detenerse a reflexionar sobre quién podría haber sido el audaz transgresor.
Para ella, la idea de desafiar la barrera era simplemente una muestra de estupidez. Todos eran conscientes del peligro que acechaba más allá de los límites de la barrera.
Pero Gaia no había terminado. —Pero eso no es todo —Advirtió, capturando su atención nuevamente—. Escuchó ruidos extraños y pasos cercanos, y luego, de repente, un cuerpo sin vida cayó a su lado. Era el pastor.
