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Seungmin levantó la cabeza al escuchar la puerta, pidiendo en sus adentros que fuera Jisung, encontrándose para su desgracia con Chan, que llevaba un plato de estofado de Kimchi y un tenedor. Como cada día, arrancó con odio el plato de las manos del chico, y se lo llevó a una esquina, tratando de que no le dirigiera la palabra.

— ¿De que hablas con Jisung? — Preguntó el héroe con mirada inquisitiva, rompiendo el pesado silencio de la pequeña sala.

— Nada, él insiste y yo le doy las mismas respuestas de mierda que a ti — Respondió comiendo con calma, odiaba esa comida, no sabía para nada como la comida de Minho, echaba de menos la comida de su amigo.

— Muchas veces sale sonriendo

— Dice que estoy lindo cuando me enfadado, debe tener alguna clase de problema en la cabeza. — Seungmin no se veía preocupado o nervioso, estaba acostumbrado a inventar excusas elaboradas y creíbles en pocos segundos, él le echaba la culpa a su padre, un hombre estricto que no lo dejaba respirar sin su permiso, aprender a mentir se convirtió en su único recurso.

— Razón no le falta — Murmuró el mayor, como queriendo hablar sin ser escuchado, fallando desastrosamente, por lo que recibió un pedazo de Kimchi en su cara como castigo.

— Estáis todos locos, malditos enfermos.

— Venía para hablarte del juicio — Seungmin tragó la comida, se mordió el labio, el momento que había temido se acercaba, y no sabía si Jisung y él estaban preparados para ello.

— Cuándo

— En dos semanas más, lo llevará el juez Min, él mismo ha pedido llevar tu caso, estas cosas suelen tardar más, pero por lo visto hay mucha gente pidiendo que se te condene, familiares de víctimas tuyas — Seungmin escuchó en silencio y asintió, realmente no le importaba quién llevase su caso, ni quién quisiera ver su cabeza pinchada en un palo, solo quería que aquello terminase, quería que le dijeran que incluso en la cárcel podría recibir visitas de sus amigos y que el resto del mundo se fuera a la mierda.

Solo que Seungmin había ampliado un poco su círculo social, ya consideraba a Jisung un amigo más.

Poco después de que Chan se fuera, suspirando por sus silencios, llegó corriendo Jisung, haciendo que toda la celda de Seungmin retumbase.

— ¡Min buenas noticias! He encontrado tus diagnósticos, están registrados, mañana iré a pedir la grabación de las cámaras del lugar donde sucedió el ataque, y pasado intentaré recoger lo que pueda en tu instituto ¡Pronto tendremos un montón de pruebas! — Jisung dejó de hablar cuando vio al chico mover la comida en el plato con la expresión perdida — ¿Minnie? ¿Está todo bien?

— Chris ha venido a avisarme, el juicio será en un par de semanas

— Oh mierda ¿Tan pronto? Debo darme prisa entonces ¿Te ha dicho algo sobre el juez? — Jisung lo vio asentir y se sentó junto a él en la esquina, tratando de actuar como una especie de apoyo moral para su nuevo amigo.

— Se apellidaba Min, creo

— ¡Eso es fantástico! — Seungmin levantó la mirada, realmente confundido por aquella reacción. — Ese es buen juez, puede leer las emociones de la gente, sabe cuando la gente miente o altera sus testimonios, además, he hablado varias veces con él y si él toma tu caso estoy seguro de que escuchará las pruebas que le presentemos ¡Seungmin lo vamos a lograr! — Jisung tomó ambas manos, con los ojos llorosos de la emoción, a Seungmin le pareció que aquella expresión era divertida y aún que intentó aguantarlo, terminó echándose a reír.

Jisung secó una lágrima de su mejilla, ahora solo tenía una sonrisa tranquila, y el emocionado era él, le habían dicho que tenía una oportunidad de no pudrirse en una celda el resto de sus días, que quizás incluso podría tener un régimen poco estricto... Eran muy buenas noticias.

DEAR VILLAIN - MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora