DEAR VILLAIN - MINSUNG

31

— Siento que no estoy mejorando para nada... ¿Quizás estoy haciendo algo mal señor Shin? — Seungmin jugaba nervioso con sus dedos, moviendo la pierna sin poder estarse quieto en el sofá negro de la consulta del psicólogo.

— Yo no creo eso Seungmin, es difícil que uno se de cuenta de sus propias mejoras porque el cambio es sutil, lento y lleva mucho tiempo. — El chico miró a su regazo, tratando de verse a si mismo unos meses atrás — Si confías en mi opinión, has mejorado mucho, tu resentimiento hacia los héroes y la sociedad ya no es tan terrible.

- No lo se señor Shin... Aun tengo esos pensamientos, no puedo dejar del todo de pensar en matar, siento que tarde o temprano volveré a perder el control y podría acabar con alguien inocente, o alguien a quien quiero. - El psicólogo sonrió al notar la preocupación en la voz casi temblorosa del chico.

- Es de lo más normal, esto es un proceso, no desaparece de la noche a la mañana, vas progresando, a veces tropiezas y tienes una recaída, pero eso no significa que sea para siempre, o que no puedas aprender a manejarlo con tiempo y paciencia. - Seungmin dejó salir un largo suspiro, dándose a si mismo unos minutos para pensar.

- ¿Sabe? Creo que el deseo de asesinar no es lo que me causa rechazo, en realidad estoy bastante cómodo con eso... Creo que el problema es no poder controlar a quién mato. Todo esto empezó porque quité del medio a esos dos tipos, pero ellos se lo merecían, lo que no quiero es ser el villano que todos creen que soy, solo me gusta matar si mi victima se lo merecía... - Seungmin evitó la mirada de su psicólogo, tratando de no ver la mirada de decepción o asco que creía que este le estaría dirigiendo en ese momento.

Lejos de lo que él pensaba, el señor Shin lo miraba con ternura, le parecía que aquel chico sentado frente a él era demasiado duro consigo mismo, ese era el problema que había estado intentando sacar a relucir en todo ese tiempo de terapia, y ahora que lo veía, a ambos les iba a ser mucho más fácil trabajar para solucionarlo.

- Eso está muy bien - Dijo el hombre, viendo como su paciente levantaba la cabeza repentinamente, con una sorpresiva mirada de esperanza en los ojos.

- ¿Cómo va a estar bien, le acabo de confesar que disfruto de matar gente?

- Gente mala, gente que ha cometido un crimen, no quieres matar niños ni a gente buena, tienes un fuerte sentido del bien y de la justicia, y por malo que sea el disfrutar del asesinato, no creo que sea tan simple, no es matar lo que te da placer, sino sentir que estás haciendo justicia por una persona, como no lo hicieron por ti ¿No crees que el trasfondo de todo esto en realidad es muy noble Min? No es lo que diría un villano... Quizás si un anti héroe. - El chico boqueó, tratando de encontrar las palabras con las que contradecir al hombre, y hacerle ver que no era cierto, que su alter ego solo era un cruel sádico que debía desaparecer, pero no las encontró.

- Quizás... puede que tengas razón. - Murmuró Seungmin entre dientes, sonrojado al pensar en lo bien que se sentía después de que un profesional le dijera aquello. - Gracias, supongo.

- No hay de que. Y aún que es verdad que quizás no todo el mundo piense así, las opiniones que deben importar son las de quien te conozca de verdad.

El chico, perdido en sus pensamientos, comenzó a sonreír sin darse cuenta, recordando el momento en el que fue capturado por Chan, y su conversación con él sobre lo que era realmente el bien y el mal, nada más que una escala difusa de tonos grises.

- ¿En que piensas?

- Cuando Chan me arrestó y trató de interrogarme, yo mismo fui quien le hizo plantearse si yo era realmente malo o no, ni siquiera pensé mucho en lo que decía, fue como un arranque de sinceridad que no termino de entender de dónde vino. Ahora me hace gracia pensar en lo mucho que lo odiaba, de verdad lo hubiera matado si no hubiera estado atado, pero me alegra no haberle cortado el cuello. - El señor Shin dio por terminada la sesión, dejando que Seungmin saliera de la consulta con esa sonrisa tan grande en el rostro.