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— Voy a ir a terapia, no quiero dejar de trabajar como villano, pero quiero estar bien— Dijo Seungmin en medio de su primera comida al volver a casa con sus amigos.

— Me parece una buena idea Min ¿Ha pasado algo en el centro que te haya ayudado a decidirlo? — Minho, como de costumbre, trato de comportarse como el apoyo moral de los otros chicos, notó como Seungmin parecía tener miedo a ser juzgado.

— En parte el centro, en parte Jisung, me dijo que él va a terapia desde la muerte de sus padres y me ha hablado de lo bien que le ha venido, además, en el centro hice algunas sesiones y eso terminó de convencerme.— El chico alternó la mirada entre sus dos amigos, como esperando que le dijeran que no había forma de que alguien pudiera ayudarlo, que la gente ya le había dicho suficientes veces que no había un futuro para él y debía rendirse, eso era lo que una parte de él le decía cuando pensaba en ir a terapia.

— Eso suena genial ¿Creéis que yo también debería ir? Si a Jisung le ayudó con la muerte de sus padres quizás puedan ayudarme con lo de mi familia — Minho sonrió al ver a ambos tan animados por sanar sus traumas, él les propuso que los llevaría hasta la consulta si ellos querían.

Una semana después, Minho condujo con Seungmin a su lado, en silencio, estaba nervioso por aquel día, el mismo Jisung les había recomendado a aquel tipo, pero Minho sabía que si algo salía mal, por poco que fuera, haría que el chico se cerrase todavía más en si mismo.

— En una hora vengo a recogerte, llámame si pasa cualquier imprevisto.

— Gracias hyung... Te veo luego — Seungmin salió del coche y llamó al timbre del cuarto piso, la consulta de este psicólogo era un pequeño apartamento, al entrar se sintió más calmado, los colores de las paredes eran de distintos tonos suaves de azul, había un bonito sofá negro y una enorme estantería llena de libros en la sala que era la consulta.

— Toma asiento, Seungmin ¿Verdad? — A pesar del ambiente, se sintió algo incómodo, el psicólogo era un hombre adulto, con algunas canas en el flequillo, gafas, y muy alto, debía medir casi dos metros. — Dime Seungmin ¿Qué te ha hecho decidirte por venir a consulta? 

— No lo se, si le soy sincero no se que hago aquí.

— Bueno Seungmin, no es nada raro, por curioso que parezca, la mayoría de personas vienen por arranques momentáneos que no saben manejar, no te sientas juzgado, tómate tu tiempo. — Seungmin se quedó un momento en silencio, viendo como el hombre lo miraba con una pequeña sonrisa tranquila, como si el interior de su mente fuera un remanso de paz.

— ¿Es cierto que no puede decir nada de lo que le cuente en consulta? — El hombre asintió con la cabeza suavemente, casi con parsimonia.

— Si revelo tu identidad, o cuento expresamente lo que me has confiando, podría ir a un tribunal, y me las veré con la ley ¿Eso te hace sentir más cómodo para hablar? — Seungmin suspiró y sintió algo apagarse en su cabeza, su mente estaba más clara.

— Soy un villano señor, he matado a mucha gente y sinceramente, no siento el más mínimo remordimiento, quizás un poco por las víctimas colaterales, ellos no tenían culpa, pero no vengo por eso, tengo un pasado doloroso, quiero que deje de doler, quiero pasar página de verdad y encontrar lo que realmente soy detrás de tanta herida... A veces incluso dudo que el verdadero Seungmin esté ahí, a veces creo que Shadow se ha convertido en mi única versión de mi mismo y que intentar mejorar es en vano. — Seungmin sintió que sus pensamientos salían naturalmente de su boca, no se sentía presionado a hablar, pero se sintió cómodo haciéndolo.

— Tenemos mucho trabajo por delante, pero creo que Seungmin sigue ahí, dudo mucho que sea en vano, no creo que Seungmin quiera que te rindas sin buscarlo ¿Cierto? — El chico asintió despacio, comenzando a tomar confianza en eso de la terapia.

DEAR VILLAIN - MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora