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Las sesiones de Minho continuaron con más normalidad, recordó como su jefe le había dado un hogar, como llegó Doongie a su casa y después Dori... Lloró bastante al recordar el momento en el que el cuervo rojo irrumpió en la base y mató a todos sus compañeros excepto a él, quién logró salvarse por qué Soonie se había escapado y el lo siguió. Recordó la primera vez que luchó contra Jisung, el comienzo del plan, la abuela de Jisung fuera de la tienda del chico, Seungmin en la cárcel, su rabia hacia Chan...

- ¿Qué recuerdas de esto?

- Felicidad... - Se veía a si mismo en el suelo de su habitación, abrazado a Jisung, llorando en sus brazos mientras sentía sus caricias sobre la espalda, aquel día en el que le dijo su nombre.

- Es el chico del hospital ¿Cierto? - Minho asintió en silencio, absorto en uno de sus mejores recuerdos.

- Es curioso, no termino de entender la lógica de que un héroe de corazón tan puro se fijase en mi...

- A mi no me parece para nada curioso, él de entre todos al ser tan empático y justo, vio en ti lo que la gente no parece querer ver, una persona. Eres una persona interesante, es normal que haya personas a las que les atraiga eso de ti, logrando dejar el prejuicio de lado. - El señor Song reflexionó, pausando el recuerdo para tener la atención de su paciente. Era exactamente esas palabras las que estaba buscando para luchar contra sus demonios, y el psíquico lo sabía. - ¿Quieres continuar?

- Si, por favor.

Pasaron por el momento donde envenenó el agua, Seungmin volviendo a casa, llevar a ambos de sus hermanos al psicólogo, Chan molestando de nuevo...

- Como odio a ese tipo...

- ¿Seguro que es solo odio? - Interrumpió el Señor Song parando el recuerdo del museo.

- ¿Que más sería? El muy idiota ha tratado fatal a mi hermano

- ¿Y no crees que quizás lo estás enfocando mal? No es odio hacia él, sino un miedo sobre protector hacia Seungmin, no quieres dejar que nada le haga el más mínimo daño, tratas de protegerlo incluso de aquello que puede llegar a ser bueno para él, aquí en este momento en el museo, Chan trataba de hacer bien las cosas, pero en tu cabeza sonaban alarmas constantes de peligro. Seungmin nota eso, quizás eso hizo que no pudiera establecer unas bases de confianza en Chan que le hubieran ayudado durante el ataque a la ciudad. - Minho tragó saliva con fuerza, sabía que era cierto, en el fondo sabía que no lo odiaba realmente, Chan cuando lo arrestó, solo hacia su trabajo.

- No puedo evitarlo, quiero lo mejor para ellos...

- Quizás tengas que tener tu también una conversación con Chan, hacer las paces, dejar de percibirlo como una amenaza. En realidad te pareces más a él de lo que crees, tuvisteis que madurar demasiado pronto y os hacéis cargo de unos chicos que no son vuestra familia biológica como si lo fueran, a veces demasiado, a veces haciéndoles daño sin querer... Deberías intentarlo.

- Lo haré - El hombre lo terminó de guiar hasta la pelea contra el cuervo rojo, y el recuerdo del dolor por parar un ataque que era para Jisung, dio por finalizado el proceso, Minho volvía a recordar todo, ahora con los consejos y el apoyo del psíquico. - Gracias señor Song.

- Y Minho... Siéntete libre de contactarme cuando tengas dudas sobre estas cosas.

- ¿Es usted psicólogo también?

- Para nada, no hago esto nunca... Es solo que creo que necesitas una voz adulta que cuide a veces de ti. - Minho abrazó al hombre agradecido, se sentía bien poder tener a alguien en quien confiar para pedirle consejo.

- Tengo que hablar con Jisung ahora que lo recuerdo todo...

- No te quito más tiempo, nos veremos - El chico salió corriendo, casi tropezando varias veces en el camino a su habitación, donde Jisung leía, descansando la pierna, acababan de quitarle el yeso.

DEAR VILLAIN - MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora