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49 horas antes del ataque a la ciudad:

— Innie, ya nos vamos — Jeongin se frotaba los ojos mientras comía de su bol de leche con cereales, y levantó una mano para despedirlos.

Minho conducía, estaba tenso y preocupado por Seungmin, ansioso por ver a Jisung después de la noche anterior, su mente era un caos de pensamientos confusos.

Aparcó cerca del museo, la gente entraba y salía tranquilamente, ajena a la reunión que iba a haber entre héroes y villanos.

— ¿Estás listo?

— No estoy seguro... — Seungmin dejó salir un largo suspiro, cerró los ojos echando atrás la cabeza. — No se, quizás deberíamos irnos.

— ¿Seguro? — Minho lo vio negar en el asiento del copiloto, parecía que él no era el único que no lo tenía claro. — Bueno, ya estamos aquí así que...

— ¿De que lado estás?

— Del tuyo... Solo digo que estoy aquí, si te sientes incómodo, yo mismo le parto la nariz a ese gilipollas, nos vamos a casa y te hago un chocolate ¿Vale? — Seungmin se echó a reír y asintió en silencio, saliendo primero del coche de Minho.

Ambos chicos buscaron a los héroes con la mirada por la entrada del museo, Minho escuchó la voz de Jisung llamarlos.

— ¡Hola! — Gritó el héroe cuando ellos se giraron a mirarlo, tenía una sonrisa reluciente y alegre y se lanzó a abrazar a Minho sin importarle mucho que Chan estuviera mirando.

— ¿No se molestará Chan por esto?

— Ni que fuera mi padre — Dijo él con tono coqueto susurrando, sonriéndole a Minho y rozando sus narices. El villano rodó los ojos mientras sonreía, Jisung parecía un niño caprichoso.

Seungmin y Chan se habían quedado de lado por un momento, estaban tensos por que sabían que tenían que hablar, y porque ambos parecían la mala compañía en la cita de sus amigos, aunque solo Seungmin sabía lo que estaba ocurriendo, o se lo imaginaba, algo debía haber pasado cuando estaba en la cárcel, conocía a Minho, no era así con nadie.

Los cuatro caminaban por el museo, Seungmin y Chan iban delante, en silencio, mirando los cuadros y estatuas más interesados en ellas que en el otro, rodeados de una atmósfera tensa.

Jisung y Minho observaban desde cierta distancia tras ellos, mientras caminaban dados de la mano, permitiéndoles tener su espacio mientras se aseguraban de que todo estuviera en calma.

— Seungmin... — Habló Chan, evitando mirar directamente al villano al que había atrapado — De verdad necesitamos hablar — No se miraban, pero Seungmin notó el leve temblor de su voz, sabía que estaba tan nervioso como él.

— Si... — Asintió, dejando salir el aire de los pulmones, evitando también el contacto visual.

— Sé que hemos tenido nuestras diferencias, y he estado reflexionando mucho sobre todo esto. — El villano finalmente giró la cabeza a mirar a Chan, viendo al fin su mirada perdida en los cuadros. — He estado cuestionando muchas de mis creencias y acciones últimamente.

Seungmin frunció el ceño, confundido — ¿A que viene todo esto?

— Me hiciste ver que el mundo no es solo blanco y negro — explicó Chan tragando saliva ante la mirada del chico, fija en él, como si quisiera verle el alma — He estado siguiendo órdenes, y creía que eso era lo correcto. Pero quizás no siempre es así...

— ¿Y por qué exactamente necesitabas hablar de esto conmigo? — Chan intentó acortar la distancia de algo más de un metro de distancia entre ellos, pero Seungmin mantuvo esa distancia segura entre ellos alejándose.

DEAR VILLAIN - MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora