DEAR VILLAIN - MINSUNG

32 - FINAL

CAPÍTULO FINAL

— Vamos chicos, moved el culo ¡Están robando el banco! — Gritó Chan al recibir la notificación de la alerta del banco más cercano a su zona. Abrió un portal y uno a uno, sus compañeros fueron cruzando, algunos aún terminando de meterse en sus trajes a toda prisa, apurados por los gritos de su líder.

Al llegar, vieron que los trabajadores y clientes del banco estaban tumbados en el suelo, boca abajo, algunos temblando de miedo, mientras una cara conocida se alzaba al otro lado de la sala de pie, con los brazos cruzados.

— ¿¡Seungmin!? ¡Dijiste que ya no erais villanos! — Chan gritó histérico, acercándose a paso ligero al chico, que lo miraba con calma, como si se hubieran encontrado de nuevo en la puerta de la consulta del señor Shin.

— Y no lo somos, pero tampoco somos héroes Chris — El héroe no quería pelear contra el chico realmente, trató de mandarlo de vuelta a casa con un portal, pero Seungmin lo conocía y ya no iba a dejarse capturar tan fácilmente. — Si consigues ganarme te invito a un café.

— ¡Seungmin, no estoy jugando! — Se escuchó una explosión justo sobre sus cabezas, desviando la atención de todos hacia arriba, los héroes se negaban a aceptar que los que fueron sus compañeros en su última misión intentaban hacerle daño a alguien, pero la situación no parecía estar apoyando a la inocencia de los miembros del cuervo.

— ¿¡Dónde están los otros!? — Jisung se negaba a creer que Minho fuera el culpable hasta no verlo con sus propios ojos, u oírlo de él mismo, por mucho que Chan pareciera convencido en creer lo contrario.

— En la cámara del banco... Es imposible que hayan sido ellos, eso está abajo... — Seungmin había dejado de tener ganas de bromear, comenzaba a asustarse, no tenía ganas de encontrarse con algún otro villano que quisiera joderles el plan.

— ¿¡Seung que demonios ha... — Minho se calló al ver al pequeño grupo de héroes frente a él, hasta entonces había pensado que Seungmin había hecho explotar algo. — Voy a revisar que ha sido eso ¡Qué nadie se mueva! Los rehenes tampoco, podrían salir heridos. — Minho se evaporó, dejando una estela de humo morado tras él.

Todos se quedaron helados unos segundos, Félix fue el primero en reaccionar, corriendo a comprobar que los civiles estuvieran bien, ninguno tenía ni el más mínimo rasguño, los chicos del cuervo no les habían tocado un pelo, y aun que estaban nerviosos por la situación, no había nadie a quien curar.

Minho volvió a aparecer de la nada, a penas un par de minutos después, cargando a un niño pequeño en brazos, el pequeño tenía manchas negras de ceniza sobre la piel, y lloraba desconsolado abrazándose al cuello del chico que lo había salvado.

— Chris, lleva a esta gente a un lugar seguro, hay alguien más en el edificio y es peligroso. — Minho dejó al niño en los brazos de Félix, estaba al borde de la inconsciencia, tenía una herida en la frente que manchaba parte de su carita.

— ¿Cómo de peligroso? — Susurró el líder del grupo de héroes a Minho después de abrir un portal que los llevaría lejos del banco.

— Para nosotros, poca cosa, creo que quiere matar esta gente, robar el dinero y aprovechar para inculpar al cuervo, pero no es muy fuerte, tu encárgate de sacar a salvo a esta gente, nosotros nos encargaremos de la parte poco heroica. — Minho dio unas palmaditas amistosas en el hombro de Chan, sonriéndole a pesar de la situación. El líder de Stray Kids, aun confundido por toda aquella extraña situación, comenzo a guiar a los civiles y a sus compañeros fuera de ahí.