Tal vez todo fue perfecto tácitamente desde el invierno navideño de aquella vez en diciembre, en enero fue constante y el inicio de febrero traía esperanzas mientras la primavera se asomaba.
Los sentimientos afloran con la parsinomia característica de quienes prefieren tomarse las cosas con calma y saborear con detenimiento una taza de té y admirar alba con el frío pegándoles a la cara.
Con la cercanía del equinoccio el clima no era tan frío como el profundo invierno del que estaban saliendo, y aunque el sol estaba presente arriba, la sensación térmica seguía fresca y casi grisácea ante el anuncio de las últimas semanas de lluvias antes de que finalmente los cerezos se abran y pinten de rosa el paisaje.
Alejados de las miradas indiscretas que pudieran malentender la situación, Chigiri y (T/N) se encontraban sentados en unas butacas en la sala del club de arte, momentáneamente vacío por otras actividades, ella aplicando con suavidad cremas en el rostro del pelirrojo a falta de un espejo para que él lo hiciera por si solo.
Aunque eso no justificaba el hecho de que él podría haber ido al baño si fuera necesario, tal vez había un significado más profundo que la simple mano de ayuda, pero ninguno lo pondría en palabras, aterrados del significado.
Con movimientos precisos, la chica tocaba con sumo cuidado el rostro del contrario, él indicándole cómo aplicarlo correctamente y los pequeños circulos que debía de hacer para masajear la piel de sus pomulos. Sus dedos danzaban sobre la piel, trazando líneas imaginarias en el rostro de Chigiri, mientra él tenía los ojos cerrados disfrutanto en silencio del tacto de ella.
A medida que avanzaban en su rutina de cuidado de la piel, la conexión entre ellos se fortalecía. Los dos compartían un momento íntimo, en el que las palabras se volvían innecesarias y los gestos hablaban por sí mismos. En ese pequeño universo creado en la sala de arte, la confianza y la belleza se entrelazaban.
───De verdad tienes el cutis perfecto... ¿No te agarró la pubertad?───cada contacto era como un susurro de cariño, un toque que transmitía cuidado y ternura. Sus dedos se deslizaban con destreza, acariciando la piel con delicadeza y dejando una sensación fresca y reconfortante a su paso.
───Tal vez deberías de ir al dermatólogo e intentar una rutina también───el rostro del chico se convertía en un lienzo en blanco, listo para recibir los beneficios de la crema y el amoroso tacto de la chica.───Tener siempre pintura en la cara te hará mal...
Finalmente, la chica retiró sus manos con suavidad, admirando el rostro de su amigo. En ese instante, la luz en su mirar y la sonrisa que iluminaba su rostro eran testigos del cuidado y la gratitud que él sentía.
───Sin pintura en la cara no sería yo───los orbes (C/O) de ella también brillaron orgullosa, de sus usuales manchas de pintura que no solo se centraban en su ropa o manos, sino también en su rostro.
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Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]
Fanfiction"En un sentido, lo último que toca la pelota antes del gol es el botín, es la pintura, mi creación. Si lo pienso así, ¡Es algo mágico!". ❈ - Blue Lock Fanfiction ❈ - Chigiri Hyoma x Reader ❈ - Slow burn ❈ - Similar al canon pero con algunas modifica...