Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]

❈ - EXTRA III - ❈

(T/N) nunca antes había estado tan nerviosa. Quizás sí, pero ya había pasado mucho tiempo y su cerebro hizo que lo olvidara en forma de defensa.

Caminó de un lado a otro dentro de su oficina, en el edificio de Blue Lock, mirando una y otra vez el calendario que tenía pegado en la pared.
Ya había completado su último trabajo, tenía unos días libres, tenía que conversar con el maestro delantero del estrato de Francia, Loki, sobre un posible futuro trabajo, el partido de PxG vs Manshine City era en unos días y no había visto a Chigiri en días (tampoco lo iba a molestar).

Sin paciencia, golpeó su mesa de dibujo con ambas manos, enfocando su mirada en el calendario con una fecha marcada en específico. La semana siguiente era muy importante para ella, y no quería pasarla encerrada en aquel lugar un minuto más.

Si quería inspiración para su siguiente trabajo tenía que salir a tocar pasto, y había un acontecimiento especial que la hacía querer tomar sus cosas y largarse de aquel lugar, más no sabía como charlarlo.

Anri sería comprensiva. El problema era el mandamás. Jinpachi Ego.
La idea de hacer un trato con ese hombre le causaba piel de gallina, pero quería tener fe de que no era un sujeto tan malo.

Si en algún momento fue compañero y rival de Noel Noa, y este era amable (en general a pesar de su cara seria de robot), entonces no había nada que temer.  Inhaló, exhaló, y decidió salir de su oficina para ir a pedirle un consejo a su ídolo, y si se trataba de Ego, él sabría como solucionar su dilema.

Camino grandes pasos de los que sus piernas podían por los pasillos que casi ya se sabía de memoria, hasta el estrato de Alemania y se preparó mentalmente para lo que venía.

La vida era una sola. No debía de tener miedo en arriesgarse ¿o sí?

Entró al estrato alemán, enfocada en solo ir a la oficina del maestro delantero y no distraerse con nada. Algunos de los jugadores que estaban saliendo u entrando en diferentes habitaciones la saludaron y la miraron extraño al no escucharla responder. Era obvio que la chica no parecía estar del todo de humor.

───Oh, pero si es la señorita artista...───un brazo se apoyó contra la pared, cortándole el paso justo en la dirección por donde ella estaba caminando. Sin camisa, con la piel humeda, pálido y el tatuaje de rosas, la (c/c) lo identificó automáticamente sin si quiera dirigirle la mirada.

───Chico de las rosas...───ella pronunció como si aquello fuera un saludo usual. Lo miró por un instante, sus ojos (c/o) contorneando el tatuaje de espinas, rosas y la corona en el dorso de su mano.

─── ¿Qué te trae por aquí? ¿Finalmente has aceptado mi pedido, (T/N)...?

───No estoy interesada...───sin prestarle mucha atención al rubio de mechas azules, (T/N) se agachó y pasó debajo del brazo del chico, continuando su caminata───. Y es (T/A) para ti.