Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]

❈ - CAPÍTULO XXIII - ❈

Fue la primera vez que entraba en una tienda de deportes, y aunque casi huye por la ansiedad que le causaba estar sola, y siendo observada por clientes y encargados, tuvo que mantenerse firme. 

 Por supuesto, jamás le contó nada a su madre de la locura que estaba haciendo. 

 (T/N) estaba decidida, tenía que escoger dos caminos, el fácil y el difícil, pero ella era ambiciosa, y sabía que tenía un gran margen de error, pero estaba inspirada. 

 "... Buscar una razón para rendirme", fue lo último que supo de su amigo pelirrojo.

 ¿Por qué ella no lo aplicaba también?Si a Chigiri le salió bien, entonces, había una mínima esperanza de que su plan funcionara. 

 Con el dinero que tenía ahorrado, compró el botín de fútbol menos colorido que pudo encontrar, fue muy simpático verla contar moneda por moneda para asegurarse que tenía suficiente. No sabía que los botines de fútbol eran caros.

 También se aseguró de acertar en la talla, y esperaba que fuera la correcta que señalaba internet.

 Todo era suposición, expectativa e ilusión, y aunque ya tenía un plan proyectado, cualquiera de las fases podría fallar. Afortunadamente, la pintura blanca sí se quedó sobre la superficie del botín, así que su lienzo estaba listo para empezar.

 Realizó un estudio intensivo y diseño de lo que podría pintar en su pequeño lienzo, no quería hacerlo tan simple y que quedara como la manualidad de un niño, tenía que ser glorioso. El equipo más importante en el que Noel Noa jugaba, su país, su pasado, su premio, su familia, algo que lo recordara a él. 

Su fin no era hacer algo simple y que fuera olvidable en su pila de regalos que seguro recibía, quería pintar la esencia de él, representar lo que él es como jugador y como persona. 

 Con pincel en mano y colores vibrantes, sobre la tela de piel de los botines; se adentró en un mundo singular, creando una obra de arte para el ídolo futbolista estelar. Su talento se revela en detalles minuciosos, como pequeños destellos de genialidad en reposo, los colores se mezclan y se funden en armonía, generando un retrato único que transmite su valía. 

 Cuando terminó, estaba asustada, expectante, era un tributo a la grandeza del jugador, en parte, una manifestación tangible de su legado, que trasciende los límites del campo de juego y el pasado. Creyó que lo consiguió, estaba por gritar eureka y correr a enseñárselo a la primera persona que se le cruzara, pero recordó que ese plan era todo un secreto y si su madre veía lo que hizo, posiblemente la regañaría más que felicitarla por su increíble obra de arte.

 Se desanimó por un instante, recordando que a quién solía mostrarle sus pinturas era Chigiri Hyoma. Pero ahora ya no tenía tiempo de lamentarse. 

 Luego de tomarle algunas fotos para su historia de Instagram, que afortunadamente no tenía una gran suma de seguidores y tenía una mínima de interacción baja (sus padres no usaban redes sociales en absoluto, así que era seguro), abrió su laptop para investigar como realizaría sus próximos movimientos.