❈ - CAPÍTULO XVIII - ❈

1.2K 193 38
                                    

La cotidianidad era abrumadora, y al no poder hacer nada más por sí mismo, Chigiri Hyoma dejó que el tiempo fluyera arrastrándolo consigo y su desesperanza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cotidianidad era abrumadora, y al no poder hacer nada más por sí mismo, Chigiri Hyoma dejó que el tiempo fluyera arrastrándolo consigo y su desesperanza.

Era como si lo hubieran atrapado en un bucle sin fin, envuelto con un manto gris depresivo que no lo dejarba escapar. Se sentía atado a la tierra sin poder mover un músculo, encadenado, asfixiado de no sentir el viento en el rostro.

El reloj marcaba el paso del tiempo, y cada segundo se le escapaba tan lejos que era imposible de alcanzar lo que alguna vez pensó que sería suyo, mientras la rutina lo hace preso y la monotonía lo encierra.

La vida se iba sin más en su carrera sin final, que lo dejaba siempre en el mismo lugar sin salida. Y aunque en medio de la bruma aún brillaba la luz de su amiga y compañera, quién siempre lo aletaba y admiraba incluso cuando ya había perdido todo, el brillo era tan miserable que él buscaba una forma de renunciar definitivamente a todo.

Chigiri quería avanzar, seguir adelante, y si eso significaba tener que tirar sus sueños a la basura lo haría, pero parte de él, su ego, era alimentado por su familia, por su única amistad y por él mismo, quién en su negación no quería dejar de aferrarse a que sus cadenas se romperían y haría morder el polvo a todos.

Otoño, invierno.
Navidad, Año Nuevo.
Los momentos que pasó cómodamente con sus seres cercanos, mientras se comenzaba a resignar a su nuevo estilo de vida, incluso su propio cumpleaños número 16 dejaron de importar con el avanzar de los días, y todo se redujo y dejó de tener importancia cuando una carta con un logo pentagonal azul, qué no conocía, llegó a sus manos.

Remitente: "Asociación Japonesa de Fútbol"

"Has sido seleccionado para un proyecto de entrenamiento de jugadores"

El sueño que estaba dispuesto a abandonar lo golpeó de nuevo un día de invierno de enero, y su pierna derecha le molestaba de alguna manera, recordándole tácitamente que estaba arruinado.

¿Por qué fue seleccionado cuando había dejado de jugar como lo hacía antes?

¿Era una broma?

Incluso tenía una tarjeta de la dirección del sitio de reunión, marcado en el edificio de la misma asociación en una ciudad en otra prefectura.

Tenía que ser una broma de mal gusto, la JFA no se molestaría en seleccionad a alguien que no podía jugar mejor que el promedio debido a una lesión, y menos en un sitio tan lejano como era Kagoshima, estando justo en la punta sur de Japón.

Estaba por tirar la carta, hasta que captó la mirada preocupada e ilusionada de su madre, y a su hermana mayor apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados, expectante.

─── ¿No vas a probar? Sería una gran oportunidad para que...

───Mi pierna... Ya no sirvo para jugar fútbol...───la interrumpió antes de que continuara con la frase, sabiendo que su madre estaba esperanzada de que volviera a jugar.─── Esto debe de ser una broma estúpida.

Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora