Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]

❈ - CAPÍTULO XXIV - ❈

Cualquier cosa que ella trate de hacer creer a los demás, no era cierta. Todo lo que salía de la boca de (T/A) (T/N) desde que se despertó el día del partido eran puras mentiras.

"Estoy bien"
"Sí, he comido bien"
"Claro, dormí como un bebé"
"No, no estoy enferma"

Dos semanas pasaron desde que la noticia del partido llegó y destruyó todo el carácter que había construido. Seguía enojada, pero necesitaba verlo desesperadamente, quería ver con sus propios ojos que él estaba bien, que estaba corriendo con todo como lo hacía antes, que era el más rápido de todos los mediocres que posiblemente vería en juego.

No era como si supiera algo de la Sub-20, y no conocía a nadie del Blue Lock Eleven tampoco, para ella Chigiri Hyoma siempre fue el mejor en su clase hasta que alguien llegue y demuestre lo contrario.

Aunque los anuncios que encontró en la página oficial de la JFA, traían una lista del plantel de jugadores de ambos equipos.
Había escuchado algo del tal Sae Itoshi, porque sus compañeras de clase hablaron de él. No por sus habilidades (ya que ellas sabían mucho menos de fútbol que ella), sino porque era guapo, así que no le interesaba mucho y no quería ponerse a investigar de él ,y de quien parecía ser su familiar que estaba en el equipo de Blue Lock Eleven; especialmente, porque sentía que su desayuno estaba por ser regurgitado cuando el tren se detuvo en la estación.

Los apellidos "Bachira" y "Mikage" se le hacían familiares de alguna manera, pero no indagó porque no se sentía bien psicológicamente.

La ciudad era mucho más brillante, con anuncios electrónicos por todos lados y una gran cantidad de gente, no ayudaba con su calma cuando ella venía de la tranquilidad de Kagoshima.
Se animaría hasta a decir que extrañaba al volcán.

Tokyo era una selva de edificios altos y letreros LED, al menos en las zonas más céntricas. Cuando se subió en el bus, en dirección al estadio, se sorprendió que el paisaje de ciudad se convirtiera en bosques y cerros.

El gran edificio pentagonal se erguía en medio del bosque y la zona montañosa.

"Así que eso es Blue Lock", pensó, viendo como desde el exterior brillaba en grandes letras azules el nombre del mismo proyecto. Al ingresar primero había un recibidor y luego una gran escalera en un pasillo con puertas cerradas, aparentemente automáticas, que luego terminaban en el centro del edificio. Un gran estadio con un hueco enorme en el techo por donde se veía el cielo.

Todo era similar a lo que el gemelo Wanima le había explicado, exceptuando el estadio en el interior. Supuso que el estadio estaba fuera del área de actividades de los miembros del proyecto, y solo se mantenían en esas canchas interiores que escuchó que existían.

Por suerte llegaron antes de que el estadio se llenara de gente, consiguiendo unos buenos lugares en donde, según la madre del pelirrojo, tendría un buen ángulo para grabar a su "bebé" y poder saludarlo durante el partido, después de todo, no lo había visto durante mucho tiempo.