Red Canvas [Chigiri Hyoma] [CONCLUIDA]

❈ - CAPÍTULO XX - ❈

La realidad que dejó atrás lo golpeó duramente al momento de recibir la noticia.

Y aunque se había arrancado las cadenas que ataban su pierna derecha al suelo, debido a su miedo de perder su identidad, su sueño y su felicidad, cuando recibió una carta de información actual sobre el estado de su ciudad natal, Kagoshima, luego de haber ganado contra el equipo W y a los infames hermanos Wanima que lo perseguían como un fantasma de su lesión; había perdido el sueño, y no solo por la victoria, por su gol o por recuperar su talento y liberarse de sus inhibiciones, sino también por la noticia que lo perturbaba.

"Erupción en el cráter Showa a las 10:52 a.m. La columna de ceniza cubrió y se esparció por el cielo, pronto bajará a la superficie para luego dispersarse, las rocas volcánicas cayeron en un radio de tres kilómetros. La región decretó alto nivel de peligro y se evacuó la zona en un radio de cinco kilómetros. De momento, no hay registros de incidentes graves."

Incluso si no había registro de heridos, y la carta especificaba que su familia se encontraba en un refugio a salvo del tóxico ambiente generado por el volcán, Chigiri se sentía culpable, sintió algo de miedo, pero flaquear ahora y rendirse no haría feliz a su madre y hermana que, de seguro, estaban agradecidas de que él estuviera lejos para no atravesar todo ese estrés con el que ya tenía debido a su pierna.

Pero también se sintió mal y conflictuado por su amiga, aparte de no haberse despedido correctamente, y actuar casi como un cretino con ella, no quería imaginarse lo consternada que estaría.

Ahora él estaba preocupado, quería saber si estaba bien, si no hizo alguna payasada como quedarse y querer pintar en un lienzo el paisaje catastrófico de las cenizas de un volcán oscureciendo el cielo, y también estaba preocupado por la gata que tanto adoraba, Kaede. Se mantuvo fuerte pensando que no debía de preocuparse y que lo mejor sería seguir adelante, evitar ser eliminado de Blue Lock. Su prioridad en ese momento era enfocarse en su entrenamiento y en el camino hacia el éxito en el fútbol.

No podía lucir débil en un ambiente donde cualquiera, incluso el más amigable de los jugadores, podría aplastarlo.

───Chigiri, ¿sigues aquí?───la amable voz de su compañero de equipo de cabellos oscuros lo regresó a la realidad.

─── Ah, sí... Solo no podía dormir, cosas de la adrenalina... ───sonrió con suavidad asintiendo con la cabeza. Era él quién lo ayudó a ver más allá de su miedo, quien le hizo hervir la sangre y quien le hizo recordar lo mucho que adoraba el fútbol.

─── ¡Puedo apostar que sí! Eres increíblemente rápido Chigiri, debiste extrañar correr así.

Y aunque todos lo tomaron como una princesa caprichosa, eran muy amables, incluso en un ambiente competitivo. Era como una familia nueva, muy diferente al equipo de fútbol de su escuela.